Ictus: prevención, detección y neurorrehabilitación para una salud cerebral óptima

El ictus, también conocido como infarto cerebral o embolia, es una enfermedad cerebrovascular que ocurre cuando se produce una rotura u obstrucción en un vaso sanguíneo, lo que interrumpe el flujo de sangre al cerebro. Esta interrupción priva a las células nerviosas de oxígeno y causa su disfunción.

En este artículo, abordaremos cómo prevenir y detectar el ictus, así como el tratamiento y la importancia de la neurorrehabilitación.

¿Cómo detectar de forma precoz el ictus?

Detectar los síntomas del ictus a tiempo puede marcar la diferencia en el tratamiento y la recuperación. Aquí te presentamos algunos signos de alerta que puedes observar:

En el habla: ¿experimentas dificultades para hablar?

En la sonrisa: ¿has notado una torcedura en la boca?

Al caminar: ¿has perdido estabilidad al caminar?

Al mirar: ¿experimentas cambios en tu visión?

Al levantar los brazos: ¿puedes mover ambos brazos con normalidad?

¿Cómo se puede prevenir el ictus?

La prevención es fundamental para reducir el riesgo de padecer un ictus. Aquí hay algunas medidas que puedes incorporar a tu estilo de vida para mantener una salud cerebral óptima:

• Dieta equilibrada mediterránea.
• Realizar ejercicio moderado, como caminar entre 30 y 60 minutos al día.
• Evitar el tabaquismo.
• Moderar el consumo de alcohol.
• Estimular la reserva cognitiva a través del aprendizaje constante.
• Controlar la tensión arterial, el colesterol, la diabetes y mantener un peso saludable.

¿Qué sucede después del ictus?

El ictus puede tener un impacto significativo en la vida de una persona y en su entorno. Estas son algunas de las situaciones comunes que pueden surgir después de haber sufrido un derrame cerebral:

• Dificultades físicas que pueden requerir terapia física.
• Alteraciones perceptivas que afectan la percepción sensorial.
• Afectación del lenguaje, que puede requerir terapia de lenguaje.
• Trastornos cognitivos y del estado de ánimo que pueden necesitar intervención psicológica.
• Pérdida de autonomía en las actividades de la vida diaria.
• Repercusiones en los ámbitos familiares, sociales y laborales.

Tratamiento tras el ictus: la neurorrehabilitación

La neurorrehabilitación es un proceso médico que busca recuperar las funciones neurológicas perdidas o afectadas debido al daño cerebral. Para los pacientes que han sufrido un ictus, la neurorrehabilitación aprovecha la plasticidad cerebral para mejorar o normalizar los déficits neurológicos y funcionales. Aquí hay algunas consideraciones importantes sobre la neurorrehabilitación:

El tiempo es crucial. Es recomendable comenzar la neurorrehabilitación en los primeros seis meses tras el ictus. El tratamiento debe ser personalizado, adaptándose a las necesidades individuales de cada paciente.