¿En qué consiste la tendinitis crónica?

Escrito por: Dr. Jonathan Matellanes Higuera
Publicado: | Actualizado: 21/04/2023
Editado por: Leo Santos

Hablamos de tendinitis crónica o “tendinosis” en todos aquellos casos en los que el proceso inflamatorio que afecta al tendón se prolonga en el tiempo. Esta inflamación crónica, a diferencia de las tendinitis o inflamaciones agudas, es más difícil de curar y con frecuencia precisa de tratamientos más específicos.

 

El objetivo es curar esa inflamación lo antes posible, no sólo para que el paciente no tenga dolor, que al fin y al cabo es el principal motivo de consulta, sino para evitar que acabe rompiéndose y precise un tratamiento quirúrgico más complejo.

 

Un tendón un inflamado de forma crónica sufre cambios a nivel celular que lo hacen débil y facilita que pueda llegar a romperse.

 

¿Qué síntomas presenta la tendinitis crónica?

El principal síntoma es el dolor. Un dolor que frecuentemente se presenta por la noche, dificultando el descanso y llegando a despertar al paciente.

 

En muchos casos puede llegar a ser incapacitante para el paciente, impidiéndole realizar incluso actividades básicas y cotidianas de la vida diaria.

 

 Esta inflamación crónica es más difícil de curar y  precisa de tratamientos más específicos.

 

¿Cuáles son las principales causas de esta inflamación crónica de tendones?

Puede ser multifactorial, es decir, diversas causas provocan que el tendón se inflame y a su vez, existir factores que dificulten o impidan que el tendón inflamado se pueda recuperar.  

 

Todas aquellas personas que realizan movimientos repetitivos de hombro tanto en el entorno laboral como el deportivo, o que tengan que mantener posturas sostenidas poco ergonómicas (como puede ser estar muchas horas delante del ordenador) son susceptibles de sufrir inflamación de tendón.

 

Factores de riesgo como el tabaquismo, la diabetes, edad, alteraciones hormonales, los desequilibrios musculares en la cintura escapular, pacientes hiperlaxos, entre otros, sufren con frecuencia procesos inflamatorios en el hombro.

 

¿Qué tratamientos existen pata tratar la tendinitis crónica?

Lo primero de todo es intentar averiguar la causa de la inflamación, viendo a que tendones afecta. A partir de esto se debe individualizar el tratamiento para cada paciente en función del grado de afectación a sus actividades o necesidades a corto y largo plazo.

 

Todo paciente con inflamación crónica debe comenzar con tratamientos antiinflamatorios y fisioterapia. Aunque con frecuencia se encuentran pacientes que no responden bien a estas, para esos casos sería oportuno valorar otras opciones como las infiltraciones a nivel del hombro. En este punto las terapias biológicas con plasma rico en plaquetas (obtenido del mismo paciente) nos ofrecen una respuesta efectiva para el tratamiento sin condicionar su día a día.

 

En ocasiones se puede llegar a precisar una intervención quirúrgica, la cual se realiza con una técnica mínimamente invasiva. Con 2 pequeños puntos de entrada en la cara lateral del hombro de ½ centímetro se puede realizar una artroscopia de hombro, ofreciendo una recuperación más rápida y menos dolorosa para el paciente.

 

¿Existen diferentes tipos de tendinitis crónica?

El tipo de inflamación lo marcará no sólo el tendón afectado, que puede ser cualquiera, sino también la causa. En algunos casos incluso podemos apreciar depósitos de calcio en los tendones inflamados, lo que conocemos como tendinitis calcificante.

 

Cada paciente puede precisar un enfoque diferente y unas terapias diferentes. A su vez hemos de entender que un tendón inflamado de forma crónica que no se trata correctamente es mucho más susceptible de romperse.

 

Podemos encontrarnos inflamaciones crónicas que empiezan a sufrir rotura de fibras tendinosas, lo que conocemos como “roturas parciales” que requieren un enfoque diferente.

 

¿Cómo afecta esta dolencia a la vida del paciente?

Va a depender de la edad, el trabajo o el deporte que realicemos. No es lo mismo una inflamación crónica de un tendón en un paciente sedentario, que un bombero o jugador de rugby. El grado de limitación vendrá marcado por la actividad que necesitamos realizar.

 

Lo más común es dolor con los movimientos del hombro, especialmente a la altura de la cabeza o con el manejo de peso. También es frecuente que este dolor llegue a despertarnos por la noche, dificultando así el descanso nocturno.

 

Por ello, el paciente puede verse afectado desde aspectos tan básicos como vestirse hasta sufrir limitaciones a la hora de realizar ciertos trabajos o actividades deportivas.

Por Dr. Jonathan Matellanes Higuera
Traumatología

El Dr. Matellanes es un reconocido especialista en Traumatología. Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona y se especializó en Traumatología y Cirugía Ortopédica en el Hospital Universitario Vall d'Hebron. Durante su carrera ha centrado su interés en la artroscopia de hombro, prótesis de hombro, lesión del manguito rotador, inestabilidad de hombro, pinzamiento subacromial y capsulitis.

A lo largo de su trayectoria ha combinado la labor asistencial con una actividad divulgativa, siendo coautor de varias publicaciones científicas sobre la especialidad. Además, es miembro de la Sociedad Española de Cirugía de Hombro y Codo (SECHC).

En la actualidad, el Dr. Matellanes ejerce en el Hospital El Pilar Quirónsalud y en el Hospital de Viladecans como especialista de HOMBRO.

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