¿En qué consiste la cirugía de cataratas?

Una catarata es la opacidad, parcial o total, del cristalino. El cristalino es una lente situada en el interior del ojo que permite que los rayos de luz se enfoquen en la retina.

¿Qué síntomas produce?

• No produce dolor
• Visión borrosa
• Deslumbramiento
• Mala visión nocturna
• Visión apagada de los colores
• Cambios frecuentes de graduación

¿Cuál es su tratamiento?

Actualmente, el único tratamiento es la cirugía. No existe ningún colirio o medicamento que impida o retrase la aparición de la catarata. El paciente no debe esperar a perder casi toda la visión para ser operado de cataratas. Si es así, esta estará más dura y será más difícil la operación.

Por tanto, se debe operar cuando la pérdida de la visión que produzca interfiera de algún modo en nuestra actividad cotidiana.

¿Cómo se realiza la operación de cataratas?

A día de hoy, la manera más segura, rápida, cómoda y moderna de operar la catarata es la facoemulsificación, con la implantación de una lente intraocular que funcionará como sustituto al cristalino para que la visión, sin gafas, sea bastante buena.

La facoemulsificación se practica mediante una incisión corneal diminuta (1,7 - 2,8 mm). Consiste en la aspiración y fragmentación mediante ultrasonidos de la catarata y posterior implantación de una lente intraocular plegable. El tiempo de duración de la cirugía varía entre 10 y 15 minutos y en la mayoría de los casos no será necesario realizar una sutura.

¿En qué consiste el postoperatorio?

Esta cirugía realizada por un oftalmólogo se practica, o bien con anestesia local, o bien únicamente con gotas anestésicas; de este modo, no es necesario ingresar en el hospital.

El postoperatorio no produce dolor y la recuperación visual es muy favorable, de modo que se puede retornar a las actividades normales en 2 o 3 días.