¿Cuándo el estrés genera ansiedad?
Escrito por:Estrés es un término que viene de la física, y se refiere a la presión que ejerce un cuerpo sobre otro. Este término se utiliza en Psicología para hablar de la presión en forma de exigencias que el medio ejerce sobre nosotros. Por su parte, la ansiedad podemos entenderla como la reacción emocional derivada de esa presión cuando esta es excesiva o mantenida en el tiempo.
¿Están relacionados el estrés y la ansiedad?
El estrés no siempre genera ansiedad, de hecho, hay una cantidad de estrés necesaria para el funcionamiento óptimo. Es lo que se conoce como eustrés. Sin embargo, el estrés sí puede ser una fuente de ansiedad cuando es demasiado agudo, es decir, cuando las exigencias desbordan nuestras capacidades. Además, el estrés puede generar ansiedad cuando se mantiene durante mucho tiempo o se convierte en crónico.
Esta ansiedad puede producirse bien ante las consecuencias de no cumplir con las exigencias (miedo al fracaso) o bien como aviso del desgate emocional que está suponiendo ese esfuerzo.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad y del estrés?
Los síntomas físicos son muy similares, ya que normalmente nos referimos a la ansiedad producida por el estrés. Cuando el estrés no es un problema (eustrés) lo que sentimos es que tenemos energía y estamos focalizados en la tarea que estamos realizando.
En el caso de que el estrés sea muy agudo o se mantenga demasiado tiempo aparecen los síntomas propios de la ansiedad, como la sensación de nerviosismo, agitación, irritabilidad, insomnio, sudoración, problemas digestivos y un largo etcétera, ya que la ansiedad puede provocar cualquier síntoma físico. De ahí que en muchas ocasiones haya que descartar una enfermedad orgánica antes de asumir que es la ansiedad la que está provocando los síntomas.
¿Es importante distinguir entre ansiedad y estrés?
Es importante ser conscientes de lo que sentimos, porque esto nos da mucha información sobre el motivo por el que hacemos las cosas, y así podemos decidir si queremos seguir actuando de la misma manera o si hay otras maneras de afrontar la situación. Además, es importante saber que nuestro organismo no es defectuoso y “hace cosas raras” repentinamente, sino que lo que hace es reaccionar emocionalmente a algo.
El poder hablar y nombrar lo que estamos sintiendo nos permite tener la oportunidad de ser conscientes de ello. De hecho, muchas veces no sabemos lo que estamos sintiendo hasta que nos “descubrimos” diciéndolo.
¿Cómo es el tratamiento de la ansiedad y el estrés?
No hay un trabajo estándar que pueda servir para cualquier persona en cualquier momento de su vida. En mi experiencia he podido ver que hay que adaptar la terapia a la persona concreta, y el problema concreto. De lo que se trata es de que uno pueda entender lo que está pasando, ante qué está reaccionando, por qué reacciona así y como podría afrontar mejor esa situación.
Debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿La exigencia es realmente del exterior o es interna? ¿Cuáles son las consecuencias que puede tener no cumplirlas? ¿Cuáles son mis capacidades reales actuales? ¿Cómo puedo mejorar estas capacidades? La lista de preguntas es muy amplia y el especialista en Psicología trata de que el paciente encuentre o desarrolle sus respuestas.