¿Cuáles son las disfunciones sexuales más habituales?

Escrito por: Dra.Prof. Diana Sánchez Sánchez
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Editado por: Top Doctors®

Las disfunciones sexuales son problemas ocurridos durante las relaciones sexuales bien en la fase de deseo, excitación, orgasmo, resolución o en otros momentos de la relación sexual, pero también la aparición de dolor en cualquiera de dichas etapas. Las características que tienen en común todas ellas es que dificultan disfrutar de la sexualidad en alguna de esas etapas, también hay definiciones que dicen que tienen que ser persistentes en el tiempo. También coinciden en que provocan sufrimiento en las personas que los padecen, tanto a veces dolor y molestias físicas, así como psicológicas.

 

Puede haber personas que tengan la misma vivencia o las mismas problemáticas, pero puede definirse como disfunción si causa un malestar físico, emocional o psicológico.

 

Las disfunciones sexuales causan malestar físico, emocional y psicológico

 

¿Qué tipos de disfunciones sexuales existen?

Podemos diferenciar las disfunciones sexuales en masculinas o femeninas. Las masculinas más comunes son:

 

  • Disfunción eréctil: problemas para tener una erección, continuado o por potencia, que impide tener una relación sexual plena, o llegar a la fase de penetración, orgasmo o resolución (del que la padece o de su pareja).
  • Eyaculación precoz: dificultades en torno al control en el momento de la eyaculación, por lo que la relación sexual no llega a ser satisfactoria, generando en ocasiones ansiedad, frustración, entre otras cosas.

 

También existen disfunciones como la anorgasmia o la adicción al sexo.

 

En cuanto a las disfunciones sexuales femeninas más frecuentes son:

 

  • Disfunción o deseo sexual hipoactivo: tener muy poco deseo sexual, que también se produce en hombres, pero suele consultarse más en mujeres.
  • Anorgasmia: dificultad de llegar al orgasmo.
  • Vaginismo: dolor durante las relaciones sexuales, o incluso un bloqueo total de la zona. Existe también la dispareunia que es dolor durante o después de la relación sexual, pero este trastorno también se observa en hombres.

 

En muchas ocasiones estas disfunciones se concatenan unas con otras. Por ejemplo, una mujer que tiene dolor en la relación sexual (vaginismo) puede que termine evitándola, con lo cual hay una ausencia de deseo (deseo sexual hipoactivo).

 

¿Cómo se tratan?

Cada disfunción sexual tiene un tratamiento concreto, pero generalmente hay que trabajar mucho con pautas de relajación corporal, ya que suele haber ansiedad anticipatoria en la mayoría de los casos. Asimismo, es importante la conciencia corporal por tal de conocerse y saber qué ocurre, así como el origen y por qué ha sucedido. Se trata de un abordaje global donde se trabajan todos los aspectos emocionales, conductuales y somáticos, así como la parte física. La terapia sexual suele trabajar todos estos aspectos y lo más recomendable es acudir a un especialista en Sexología.

 

Detrás de muchas disfunciones sexuales existe un abuso sexual, una mala experiencia o mal aprendizaje sexual. En estos casos puede ser necesario y es recomendable hacer terapia psicológica con especialistas en trauma o abusos sexuales.

 

Otro abordaje que suele ser necesario es hacer una buena educación en sexualidad, desterrar mitos o hablar de la sexualidad tal y como es dejando de lado grandes creencias erróneas, negativas y fomentando una salud sexual integral y sana.  

 

En relación a estas expectativas o creencias, últimamente tenemos problemas con la sexualidad por el consumo masivo de la pornografía online. En estos casos el tratamiento sería similar al de cualquier adicción, porque suelen generarse esos mismos circuitos de recompensa.

 

¿En qué consiste la terapia?

La terapia consiste en conocer el problema, identificar el origen si lo hay y dar pautas de relajación y mindfulness. Además de trabajar la conciencia plena, con recursos positivos para hablar sobre situaciones en las que se han sentido bien. A veces el especialista en Psicología realiza ejercicios de aproximación a las relaciones sexuales, en algunas ocasiones imaginarios y visualizaciones guiadas; en otras ocasiones, son tareas conductuales, sobre todo en mujeres intento que trabajen en la autoexploración y si tienen pareja la comunicación, hablar de lo que les ocurre y que no tengan ningún miedo en hablar de ello con su pareja, ya que si no lo hacen el problema se cronifica.

 

En otros casos les pongo audios de manera repetida, a través de hipnosis o la terapia EMDR trabajo la situación fóbica o aquello que les ha provocado el problema, es lo que se conoce como un trabajo de reprocesamiento de la situación vivida.

 

En ocasiones es importante ver que a nivel físico todo está bien, es decir, es básico hacer una buena historia clínica al inicio y descartar que no hay ninguna patología médica detrás, ya que hay determinadas enfermedades que provocan disfunciones sexuales. También es necesario conocer qué tipo de medicación está utilizando porque hay medicamentos que interfieren la respuesta sexual, así como si tiene alguna enfermedad crónica o puntual. Por ejemplo, el hipotiroidismo puede ser una causa de ausencia de deseo o el tomar antidepresivos puede producir muchos problemas de deseo.

 

¿Qué ejercicios o pautas puede seguir el paciente en su vida diaria?

Cabe destacar que en muchos casos hay un ritmo de vida muy estresante, con lo cual hay que incluir hábitos y tener unas rutinas saludables para introducirlas en su vida. Lo que se suele llamar higiene de vida, ya que tener una vida sana y ordenada ayuda a disfrutar más de los placeres que puede proporcionar la sexualidad.

 

Por Dra.Prof. Diana Sánchez Sánchez
Psicología

La Sra. Diana Sánchez Sánchez es psicóloga por la Universidad Complutense de Madrid. Es psicóloga sanitaria con número de colegiado M-17416. Entre sus especialidades se encuentran la ansiedad, la depresión, el estrés, la Psicología perinatal, el duelo perinatal y la Psicología del deporte. 


Además, también es sexóloga y realizó un Máster en Psicología Clínica, Legal y Forense. Entonces empezó a ejercer como psicóloga clínica y psicoterapeuta en Madrid en el año 2002. Más adelante estudiaría también un Máster en Psicoterapia de Tiempo Limitado y un Máster en Sexología por la Universidad de Almería.

En 2006, consecuencia de su primer embarazo y de su paso por el Máster en Sexología, decide especializarse en Psicología Perinatal mediante la realización de cursos de diferentes técnicas y enfoques en el Instituto Europeo de Psicoterapia de Tiempo Limitado (IEPTL), en la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicología Médica y otras instituciones. Además, también está formada como clínico EMDR. es experta en mindfulness, en psicoterapia sensoriomotriz y en teoría de regulación a través del apego.

Asimismo, ha asistido a numerosos cursos y congresos de su especialidad e imparte talleres sobre Psicología Perinatal. En la actualidad ejerce psicoterapia privada en Torrelodones y Online. Además de ejercer como profesora de diferentes Instituciones universitarias y colaboradora del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
 

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