Cómo sé si mi hijo sufre depresión

Escrito por: Dra. Lola Vázquez Rodríguez
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Editado por: Top Doctors®

La melancolía o la tristeza son sentimientos que todas las personas experimentarán en algún momento a lo largo de su vida. Cuando el estado de ánimo de una persona sufre sentimientos muy fuertes y prolongados en el tiempo de tristeza o relacionados que impiden desarrollar la vida cotidiana con normalidad, esta tristeza se convierte en depresión.

 

Existen dos tipos de depresión, la llamada depresión unipolar y la depresión bipolar. Habitualmente, ambas son consideradas como trastornos del humor o trastornos afectivos. Entre los expertos en Psiquiatría, se conoce como humor a un estado de ánimo que generalmente oscila a lo largo del día y también en función de las etapas evolutivas. Por lo tanto, no es lo mismo una depresión en la niñez que en la juventud, o que en la edad adulta o en la vejez.

Los episodios de depresión suelen ser más frecuentes en los adolescentes que en los niños

Causas de la depresión

La depresión puede deberse a factores exógenos o endógenos, aunque generalmente suelen ir asociados. Podemos considerar factores exógenos aquellos que se relacionan con circunstancias del ambiente, como una situación de desempleo, una crisis económica, acontecimientos muy traumáticos… Los factores endógenos son aquellos que se relacionan con determinados momentos que el individuo atraviesa y su manera de afrontarlos, que a su vez estará asociada a su historia personal, características de personalidad, familia y a situaciones vividas con anterioridad.

 

Existen también depresiones características de determinados momentos de la vida y del ciclo vital de cada individuo, como por ejemplo la depresión postparto.

 

A su vez, cabe destacar que los episodios depresivos suelen ser más habituales en adolescentes que en niños, y a su vez se ha observado una mayor tendencia entre las chicas respecto a los chicos. El aumento de los casos de depresión una vez alcanzada la adolescencia está relacionada también con un mayor abuso de sustancias como el tabaco, el alcohol u otras drogas.

 

Síntomas de la depresión

Los síntomas característicos de la depresión que se pueden observar en niños y/o adolescentes son:

 

- Síntomas afectivos

o Humor triste o fácilmente irritable

o Pérdida de interés o Irritabilidad, insatisfacción y pesimismo generalizado

o Tendencia al aislamiento, ansiedad y angustia

o Pérdida de la capacidad de disfrutar

 

- Síntomas físicos

o Enlentecimiento y mutismo en ocasiones

o Inquietud psicomotriz o Intensa fatigabilidad

o Disminución o aumento del apetito

o Alteraciones del sueño

 

- Síntomas cognitivos

o Disminución de la capacidad de concentración, con olvidos y despistes constantes

o Indecisión

o Distorsiones cognitivas, como la verbalización de los pensamientos pesimistas

o Baja autoestima, sensación de inutilidad, de vacío y de soledad o Ideas de muerte

 

Evolución de la depresión

La mayor parte de las veces, los episodios depresivos se suelen recuperar en su mayoría, logrando una remisión parcial de los síntomas y desarrollando una depresión crónica el resto.

 

En el diagnóstico diferencial cabe plantear los episodios de tristeza normal, que son aquellos en los que el sentimiento de tristeza es proporcional al factor desencadenante, como por ejemplo una separación o la muerte de un ser querido.

 

Cabe destacar también los episodios de melancolía, que suelen ser de mayor gravedad, y donde la medicación es de fundamental importancia para conseguir un buen pronóstico. Para ser diagnosticado, se debe presentar al menos cinco de los síntomas que caracterizan la depresión durante la mayor parte del día y en casi todas las actividades.

 

Tratamiento de la depresión

En general, la depresión suele remitir con ayuda psicoterapéutica psicológica. No obstante, en casos de mayor intensidad se añade algún psicofármaco, como antidepresivos o ansiolíticos para aliviar parte del estado de sufrimiento y algunos síntomas.

 

En el caso de que se trate de una depresión de intensidad grave o prolongada en el tiempo con melancolía, se suelen combinar ambos tratamientos (antidepresivos y/o ansiolíticos) con psicoterapia psicológica.

 

En algunos tipos de depresión, como la depresión bipolar o en algunas depresiones postparto, es necesario añadir a lo anterior algún otro psicofármaco como los neurolépticos. 

Dra. Lola Vázquez Rodríguez

Por Dra. Lola Vázquez Rodríguez
Psiquiatría Infantil y Adolescente

La Dra. Vázquez Rodríguez es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Psiquiatría, rama en la que ha desarrollado su carrera médica. Miembro de la Sociedad Aragonesa-Riojana de Salud Mental, Miembro de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño t Adolescente (SEPYPNA) y miembro fundador de la APSMIA, ejerce en la Clínica Carretel y en el Centro de Rehabilitación Psicosocial San Carlos. 


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