¿Cómo cuidar de tu salud ocular?

Cerca de 248 millones de personas en todo el mundo sufre alguna discapacidad visuales, de las cuales 39 millones son ciegas y 245 tienen baja visión. La principal causa de discapacidad visual son los errores de refracción no corregidos, como: miopía, hipermetropía o astigmatismo.

Cerca del 90% de las personas con problema oculares viven en países desarrollados y el 65% son mayores de 50 años

Enfermedades crónicas como el glaucoma, la retinopatía diabética y la degeneración macular son las principales causas por las que aparecen problemas visuales en mayores de 50 años. A pesar de estos datos, la Dra. Mariona Darné, oftalmóloga en l’Institut d’Oftalmologia Clínica Girona, señala que el 80% de las discapacidades visuales se pueden evitar o controlar.

Los problemas visuales en los países desarrollados responden, en parte, a los actuales hábitos poco saludables, pero también a la longevidad creciente de la población, ya que a más edad mayor es el riesgo de padecer alguna enfermedad ocular. Para evitar pérdidas de visión e impedir el desarrollo de patologías que puedan afectarla se recomienda realizar una revisión oftalmológica periódica, especialmente a partir de los 40 años.

Prevención de las enfermedades oculares

Se aconseja desarrollar hábitos saludables en nuestro día a día, ya que aunque no nos lo parezca pueden incidir enormemente en el desarrollo de enfermedades oculares. Para prevenirlas, la Dra. Darné nos recomienda:

• Dejar de fumar.

El tabaco puede aumentar el riesgo y la aceleración del desarrollo de patologías como la degeneración macular o las cataratas. Varios estudios han demostrado que el tabaco afecta a la mácula y al nervio óptico.

• Alimentación saludable.

La alimentación también influye en nuestra salud ocular. Algunos alimentos ricos en vitamina A, C i E, antioxidantes o ácidos grasos omega 3, favorecen al cuidado de la retina y retardan el envejecimiento de las estructuras oculares. Por lo tanto, previene las enfermedades asociadas a la edad. La fruta, la verdura fresca, el pescado azul, maricos y los frutos secos son indispensables en nuestra dieta.

• Hidratación de los ojos.

El ojo debe estar siempre bien hidratados, ya que la parte interna del ojo está formada por agua. El parpadeo ayuda a hidratar la parte externa del ojo de manera natural, distribuyendo el líquido lagrimal. Cuando fijamos nuestra mirada en un lugar concreto, a la hora de leer o mirar una pantalla, se reduce el parpadeo y provoca sequedad ocular. También la calefacción o el aire acondicionado influye. Cuando el ojo no está lo suficientemente hidratado provoca irritación ocular y para evitarlo se recomienda beber abundante agua diariamente, parpadear más a menudo y, en algunos casos, utilizar colirio lubricante.

• Proteger los ojos del sol.

Es muy importante proteger los ojos del sol, especialmente en épocas donde es más abundante. Para ello, podemos recurrir a las gafas de sol con protección UV que sean de calidad y estén homologadas. Unas gafas de sol no homologadas pueden ser perjudiciales para nuestra visión.

• Uso de pantallas y ordenadores.

Los ordenadores no causan ceguera, pero si una serie de incomodidades y molestias, como fatiga visual. La luz que emiten las pantallas pueden generar irritación, enrojecimiento, picor, lagrimeo, ojo seco e incluso cefaleas a medio y largo plazo. Una consecuencia importante de una atención prolongada a la pantalla es la disminución del parpadeo.

Por eso, si usted es una persona que trabaja a diario con el ordenador o fija su mirada en otras pantallas, se aconseja que utilice un colirio lubricante para evitar estas molestias.

• Realizar visitas al oftalmólogo.

Para detectar lo antes posible problemas visuales es muy importante realizar una revisión oftalmológica cada año a partir de los 40. Sobre todo, aquellas personas que tienen antecedentes familiares de alguna patología ocular como el glaucoma o la degeneración macular.