El papel del Neumólogo: ¿qué enfermedades estudia la Neumología?
Escrito por:El aparato respiratorio puede dividirse en varias partes, partes que pueden a su vez padecer enfermedades específicas.
- Las vías respiratorias: son las conducciones por las que circula el aire desde que entra en el organismo hasta los pulmones. Se dividen en altas y bajas:
- Vías respiratorias altas: son la nariz, los senos paranasales, la faringe, la tráquea y la laringe. Las enfermedades más comunes son la rinitis, la sinusitis, la faringitis y la laringitis.
- Vías respiratorias bajas: incluyen la tráquea, los bronquios y los bronquiolos. A este nivel, las enfermedades más frecuentes son las que afectan a los bronquios, como el asma o la EPOC. La enfermedad que produce obstrucción en los broncos provoca una sensación de falta de aire y silbidos.
- Vías respiratorias altas: son la nariz, los senos paranasales, la faringe, la tráquea y la laringe. Las enfermedades más comunes son la rinitis, la sinusitis, la faringitis y la laringitis.
- Los pulmones son dos órganos que se encargan del paso del oxígeno del aire atmosférico hacia la sangre. Las patologías más habituales pueden ser de naturaleza infecciosa, como una tuberculosis, una neumonía o una bronquitis; de causa inflamatoria no infecciosa, como una alveolitis o una fibrosis intersticial; y por último, de naturaleza tumoral, en donde destaca el carcinoma broncopulmonar, ligado a la exposición y al consumo de sustancias potencialmente cancerígenas, como el tabaco.
Los pulmones
En los pulmones debe destacarse el entramado vascular, diseñado para transportar el oxígeno y eliminar el CO2. Las enfermedades más habituales a este nivel son la enfermedad tromboembólica venosa y la hipertensión arterial pulmonar.
Los pulmones están “envueltos” por dos capas finas, conocidas como pleuras, es entonces cuando se habla de la superficie pleural. En estas capas existe una cavidad virtual, que normalmente está vacío y que puede ocuparse por aire (neumotórax), líquido (un derrame pleural) o por pus /un empiema).
Al margen de estos procesos, la Neumología se encarga también de estudiar los trastornos respiratorios del sueño, especialmente la apnea obstructiva.
Ya por último, debe mencionarse que el Neumólogo estudia también problemas como el tabaquismo o el asma.
Síntomas por los que debería ir al Neumólogo
La sensación de falta de aire, los silbidos en el pecho, la tos persistente e incluso la expectoración purulenta y, especialmente los esputos acompañados de manchas de sangre deben ser siempre consultados.
Otros signos como puede ser el dolor de pecho o espalda pueden corresponder a enfermedades pulmonares, especialmente si vienen acompañadas de fiebre.
El ronquido y la interrupción de la respiración durante el sueño deben ser valorados en personas con problemas cardíacos, hipertensión o somnolencia excesiva durante el día.
Por fortuna, la mayor parte de los procesos respiratorios se resuelven positivamente con el tratamiento adecuado.
¿Cómo se estudian las enfermedades respiratorias?
A través de pruebas de imagen, como la radiografía de tórax, un TAC o un escáner, mediante ecografías y con resonancias nuclear magnética.
A partir de estudios endoscópicos se puede observar el interior de los bronquios, por lo que es muy útil para realizar biopsias.
Las pruebas de función pulmonar permiten medir la cantidad de aire que pasa por las vías respiratorias, es decir, una espirometría.
Con un estudio bacteriológico de las secreciones respiratorias se pueden diagnosticar las enfermedades infecciosas, ya que se determina el o los gérmenes que la están causando.