Cómo el mapeo cerebral puede ayudarte a mejorar tu salud mental y cognitiva

El mapeo cerebral es un método que se utiliza para visualizar las ondas cerebrales mediante un EEG (electroencefalograma), que registra la actividad eléctrica del cerebro en la superficie del cuero cabelludo a través de electrodos.

Estos datos se graban y se procesan con un software que los convierte en números y los analiza estadísticamente para generar mapas cerebrales.

¿Cómo se realiza la prueba y qué resultados se obtienen?

Para realizar la prueba, la persona debe estar sentada y despierta. Mientras, se registran todos los datos con los ojos abiertos y cerrados, e incluso haciendo actividades como leer o tareas de cálculo. El especialista en Psicología está con el paciente todo el tiempo y se ocupa de ponerle electrodos que captan la información. El paciente no siente ninguna molestia salvo el gel que llevan los electrodos, porque el EEG no es una prueba invasiva.

Una vez completada la prueba, el profesional se ocupa de hace el mapeo y comunicar al paciente los resultados que ha obtenido.

La actividad eléctrica nos muestra de la conectividad y plasticidad de las diferentes partes de nuestro cerebro, así como de asimetrías, activación, coherencia o excitación.

Por ejemplo:

• Si hay mucha actividad rápida en las zonas posteriores del cerebro, puede indicar la existencia de trastornos de ansiedad.
• Si hay un desequilibrio de actividad lenta en la parte frontal puede señalar depresión.
• Si hay demasiada actividad muy lenta en la parte frontal puede sugerir la existencia de problemas de atención.
• Si hay mucha actividad rápida en la parte frontal se puede relacionar con problemas obsesivos.

En cualquier caso, tanto para evaluar como para intervenir, los registros EEG nos permiten hacer un diagnóstico más preciso y un tratamiento más efectivo.