Testículos no descendidos: ¿cuándo y cómo realizar el tratamiento?

El término testículo no descendido hace referencia a un testículo que no está dentro del escroto. En ocasiones también se emplea el término criptorquidia para referirse a ellos. 

Hay que distinguirlos de los denominados testículos en ascensor, que son aquellos que tienen una gran laxitud y pueden ascender al canal inguinal por el efecto del reflejo cremastérico, pero la mayor parte del tiempo el testículo permanece en el escroto. Esto se diagnostica mediante la exploración física del paciente.

¿Cuáles son las causas? ¿Se ven afectados ambos testículos?

Se produce porque durante su formación los testículos detienen su descenso normal desde la fosa renal hasta el escroto en algún punto, por lo tanto, se pueden localizar desde la cavidad intraabdominal, el canal inguinal (ingle) o cerca del escroto.

El descenso es consecuencia de la interacción de neurotrasmisores y de factores mecánicos y hormonales. Cualquier alteración en estos factores puede afectar el descenso normal del testículo y, por tanto, situarlo en algún punto de su trayecto hacia la bolsa escrotal.

Pueden afectarse uno o ambos testículos.

¿Cómo se diagnostican los testículos no descendidos?

El diagnóstico se realiza mediante la exploración física. Es necesaria la exploración por un especialista en Urología Pediátrica que sea experto en saber distinguir un testículo no descendido, de un testículo en ascensor o uno retráctil.

El testículo no descendido requerirá intervención quirúrgica, mientras que el testículo en ascensor no precisa cirugía. También es importante distinguir si el testículo no descendido es palpable o no palpable. De ello va a depender el tipo de cirugía que se va a efectuar. En los testículos no palpables es necesario una evaluación laparoscópica para localizar el testículo y descenderlo.

¿En qué consiste el tratamiento? ¿A partir de qué edad se puede realizar?

Se suele esperar unos 6-8 meses para que los testículos completen su descenso hacia la bolsa escrotal. Por ello, el paciente requiere revisiones periódicas para que el médico valore la probabilidad de descenso según la evolución. Si no han descendido a la bolsa escrotal será necesaria una intervención quirúrgica antes de los 12-18 meses para evitar daño en las células germinales testiculares.

 En este punto es muy importante diferenciar entre testículos no descendidos palpables y no palpables. Cuando están fuera del escroto, pero se palpan se operan con cirugía abierta mediante una incisión en la ingle. Si por el contrario no se palpan se debe realizar una laparoscopia para localizar el testículo dentro de la cavidad abdominal y descenderlo a la bolsa escrotal. En ocasiones puede ser necesaria una cirugía en dos tiempos o en dos fases para conseguir situar el testículo en la bolsa escrotal con éxito.

¿Esta patología es exclusiva en niños?

 Es una patología que se diagnostica y trata habitualmente en la edad pediátrica. Pero puede suceder que algunos pacientes no hayan sido diagnosticados durante la infancia y lleguen a la edad adulta con un testículo no descendido. En ocasiones, en adultos es necesaria la extirpación del testículo por la probabilidad de malignización del mismo.