Criptorquidia o testículos no descendidos en niños, ¿cuándo y por qué tratarla?

Escrito por: Dr. Gerardo Zambudio Carmona
Publicado:
Editado por: Patricia Pujante Crespo

La criptorquidia es una enfermedad congénita relacionada con el descenso testicular, y suele afectar al 1% de niños. Es más común en el lado derecho, y en el 25% de los casos es bilateral. Normalmente los testículos no descendidos suelen ser más pequeños, con forma alargada y blandos, en comparación con los que descienden de manera normal.

La criptorquidia o testículos no descendidos en niños afecta al 1% de los niños,
y puede manifestarse de distintas maneras

 

¿En qué momento se produce la criptorquidia?

Los testículos se originan a partir de la porción media del cordón urogenital, y su descenso empieza a las 28 semanas, siendo primero el izquierdo, normalmente. El estímulo para que esto se produzca es una cantidad adecuada de hormonas masculinas.

 

Clasificación de los testículos no descendidos, según su causa

Según dónde resida la causa, se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Testículo no descendido. En este caso el testículo queda retenido en cualquier parte de su camino hacia el descenso, de manera que puede ser palpable o no. En el 20% de los testículos criptorquídicos no son palpables, donde el teste puede estar ausente por agenesia testicular o ubicarse intraabdominal.
  • Vanishing testis o agenesia testicular. En esta situación hay deferente y vasos pero no testículo.
  • Testículo ectópico. En este caso el testículo está en un lugar que no coincide con el camino normal de descenso, tales como la región femoral o la bolsa inguinal superficial, entre otros.
  • Testículo retráctil, o en ascensor. El testículo ha completado el proceso de descenso normal, pero tiende a ascender por el poco peso que tiene, a la actividad cremastérica y a la laxitud grasa de la región de la ingle.
  • Testículo ascendido. Es un tipo de testículo identificado anteriormente como descendido al escroto de manera normal pero ahora, en edad escolar normalmente, se sitúa alto. Aunque las causas no son claras, se considera que reside en el déficit de elongación de los elementos del cordón en el crecimiento del niño.

 

¿Cómo se diagnostica la criptorquidia?

Será la palpación del canal inguinal lo que permita al especialista en Cirugía Pediátrica diferenciar el testículo en ascensor que baja al escroto y que permanece ahí al soltar el testículo retenido. Las pruebas de laboratorio que se hagan, no obstante, serán normales.

 

En casos en que exista una ausencia testicular bilateral un test de estimulación de HCG elevará los niveles de testosterona si existe tejido gonadal.

 

Pruebas de imagen como la ecografía no siempre son eficaces, ya que presenta falsos positivos y negativos. En cambio, la laparoscopia permitirá comprobar la presencia de testículo o restos testiculares.

 

Traumatismos y criptorquidia

En casos de criptorquidia existe mayor posibilidad de traumatismos y torsión testicular que si el teste estuviera en una situación normal.

 

¿Afecta la criptorquidia a la fertilidad?

Un aumento en la temperatura del testículo como consecuencia de un fallo en el mecanismo de termorregulación cremastérica provoca daño testicular. Y este parece estar relacionado con la duración de la exposición y cuánto se eleve la temperatura.

 

Según diversos estudios microscópicos, se ha observado una disminución del número de espermatogonias, así como del diámetro tubular medio, y una atrofia de las células Leydig. Sin embargo, son cambios que únicamente se observan pasados los 2-3 años de vida.

 

Lo que sí se ha comprobado es que incluso tras la orquidopexia la fertilidad se ve afectada en hasta un 50% de niños con teste no descendido, y hasta en un 75% de los que tienen patología bilateral.

 

Los niños con testículos no descendidos tienen bajas tasas de fertilidad pero la misma tasa de paternidad que los niños con ambos testículos descendidos. En cambio, los niños con ambos testículos no descendidos tendrán un bajo índice de fertilidad y paternidad.

 

¿Existe más probabilidad de tumores o cáncer en los testículos no descendidos?

La prevalencia de cáncer de testículo es de un 0,002% en la población normal. Sin embargo, el testículo no descendido tiene más probabilidades de que se produzcan cambios malignos, siendo la incidencia mayor para los testes intra-abdominales, en comparación con los inguinales. De hecho, el 10% de los tumores de testículo se producen en testes que han sufrido un mal descenso testicular. Y lo mismo ocurre con el cáncer de testículo en el teste contralateral de posición normal, donde las posibilidades de sufrirlo son más elevadas.

 

Un estudio que se llevó a cabo en Suecia en 17.000 pacientes tratados mostró que el riesgo relativo de los pacientes de sufrir cáncer, en comparación a la población normal, era de 2,2 en los niños operados antes de los 13 años, y del 5,4 en aquellos operados después de los 13 años. Si la cirugía se realiza antes de la pubertad se disminuye el riesgo de padecer cáncer de testículo.

 

¿Cómo tratar la criptorquidia y cuándo hacerlo?

Se aconseja tratar la criptorquidia entre los 12 y los 18 meses de edad del niño. Tiempo atrás era habitual emplear tratamiento con HCG antes de la cirugía, pensando que, en algunos casos, se produciría el descenso de los testículos, pero esta práctica está actualmente en desuso.

 

Los tratamientos más comunes son:

Tratamiento hormonal de la criptorquidia

La HCG se ha empleado para conseguir el descenso testicular, algo que ocurre en un 20% de los casos, más o menos. No obstante, algunos estudios recientes indican que es un tratamiento que favorece la apoptosis de las células germinales, es decir, que en algunos casos consigue hacer descender el testículo, pero a costa de dañar las células germinales.

 

Pero la administración de una sustancia como Gonadorelin ha probado aumentar significativamente el número de espermatogonias, de manera que este tipo de hormonas sí que podrían emplearse para mejorar la colonia de células germinales. El uso de GnRH previamente a la orquidopexia mejora el índice de fertilidad del testículo.

 

Tratamiento quirúrgico

Es el tratamiento más habitual y se realiza con anestesia general y de forma ambulatoria. Al palpar el teste en el canal de la ingle, se libera el teste vía inguinal y se fija bajo una bolsa de Dartos. Entonces el cremáster debe eliminarse y no se aconsejan puntos transfixivos en la zona de la albugínea testicular. En cambio, si el teste no es palpable en el canal inguinal se requiere una laparoscopia para confirmar o descartar la localización intra-abdominal del testículo, o bien su ausencia.

 

En casos en que se encuentre un testículo intra-abdominal en un adolescente con el otro teste contralateral normal se realiza una orquiectomía. En niños con testículos intra-abdominales se trataban clásicamente con un descenso en etapas, lo que frecuentemente provocaba una atrofia testicular. En la actualidad la técnica empleada se denomina Stehphen-Fowler y consiste en seccionar los vasos testiculares, consiguiendo el descenso del testículo al escroto con un flap basado en el deferente. Es una técnica que tiene un éxito del 50-60% si se hace en un solo tiempo. En cambio, si se hace en dos tiempos el porcentaje de éxito aumenta al 90%.

Por Dr. Gerardo Zambudio Carmona
Cirugía Pediátrica

El Dr. Zambudio es un reputado especialista en Cirugía pediátrica de Murcia, dedicado en exclusividad a la patología urológica en el niño, trabaja en el Hospital Virgen de la Arrixaca, donde es Jefe de Sección de Cirugía Pediátrica (Urología infantil). 

Experto en el tratamiento del Hipospadias y Pene Enterrado, donde ha introducido algunas modificaciones en el manejo de estas patologías. Cuenta con más de 20 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad. 

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