¿Por qué se rompe el tendón distal del bíceps braquial?
Autore:Aunque es más habitual la rotura del tendón proximal del bíceps, la rotura del tendón distal del bíceps braquial (TDBB) es relativamente frecuente en varones de entre 40 y 50 años en el miembro dominante. Sobre todo, si desempeñan trabajos manuales o programas de entrenamiento deportivo de elevada resistencia y cargas pesadas, con un tiempo de descanso insuficiente, estiramientos o materiales inadecuados.
También tiene una clara relación con:
- La obesidad o un IMC elevado.
- La hipertrigliceridemia.
- Enfermedades tiroideas.
- La hipercalcemia.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. La sintomatología básica consiste en dolor, inflamación y hematoma en la cara anterior del antebrazo, acompañándose de una disminución de fuerza y ascenso del vientre muscular.
En algunos casos, pueden llegar a referir un “chasquido” en el momento de la rotura. El test de Hook es el más empleado con cerca del 100% de sensibilidad y especificidad. La ecografía puede ayudar a confirmar la sospecha clínica.
Tratamiento de la rotura del TDBB
Estas lesiones se pueden tratar de forma conservadora. Esta modalidad de tratamiento es útil en el caso de pacientes:
- De edad avanzada.
- Con importantes comorbilidades.
- Con un elevado riesgo quirúrgico.
- Con una lesión crónica.
- Con poca demanda funcional del miembro.
En el resto de casos, que son la mayoría, se recomienda una reinserción quirúrgica del TDBB.
Existe una gran cantidad de técnicas quirúrgicas, con diferentes abordajes y dispositivos de reanclaje, no habiéndose demostrado en la bibliografía una clara superioridad de ninguna con respecto al resto.
Probablemente, la más extendida sea el reanclaje realizado por una incisión en la cara anterior del antebrazo, utilizando un sistema de fijación tipo “Endobutton”. El paso fundamental se produce al localizar la correcta zona de inserción del tendón en el radio.
¿Cómo es el postoperatorio?
Es prudente realizar una inmovilización posterior a la cirugía con férula durante aproximadamente 3 semanas. En ausencia de complicaciones, la práctica totalidad de los pacientes recuperan su actividad diaria normal con una movilidad y función excelentes.