La endoscopia en la cirugía de la columna
Autore:La endoscopia es una de las técnicas que más se utiliza en el ámbito de la cirugía mínimamente invasiva. Esta técnica, que consiste en el uso de una cámara de vídeo adaptada a un tubo rígido y flexible, permite diagnosticar y realizar maniobras quirúrgicas terapéuticas en el interior de las cavidades internas del organismo. A través de este instrumento, es posible acceder a estas cavidades realizando incisiones mínimas o utilizando orificios del organismo naturales.
Cirugía mínimamente invasiva
La cirugía mínimamente invasiva está cada vez más presente en el campo de la Neurocirugía. En este sentido, la endoscopia aplicada a esta especialidad permite conseguir unos resultados equivalentes, incluso más favorables, a la neurocirugía clásica. De hecho, mientras que la neurocirugía clásica se caracteriza por grandes aperturas craneales, la endoscopia permite un mínimo daño en los tejidos vitales del sistema nervioso, así como una más rápida y mejor recuperación del paciente intervenido.
agresivamente las estructuras delicadas del sistema nervioso
Endoscopia en patología neuroquirúrgica
En neurocirugía la endoscopia se utiliza en diversas patologías. Concretamente, la técnica endoscópica se aplica en cuatro grandes grupos de patología neuroquirúrgica:
- Neuroendoscopia ventricular
- Endoscopia transnasal
- Endoscopia aplicada a la cirugía de raquis
- Endoscopia como asistente a la microneurocirugía
Ventajas de la endoscopia
La endoscopia es una técnica quirúrgica que tiene grandes ventajas para el paciente, ya que permite tratar la patología evitando la agresividad que representa la excesiva manipulación de las estructuras delicadas del sistema nervioso. Por ese motivo, la endoscopia es una técnica muy útil para el tratamiento de patologías neuroquirúrgicas.
¿Cómo se aplica la endoscopia a la cirugía de la columna?
El uso del endoscopio permite una mínima invasión para el tratamiento de las siguientes patologías:
- Hernia discal
- Estenosis de canal
- Discopatía crónica
A través de una incisión mínima, de entre 12 y 14mm, se introduce una cánula guiada por TAC o escopia y sistemas de neuronavegación hasta la zona de interés terapéutico.
Entre las principales ventajas del sistema endoscópico para tratar la hernia discal, se encuentran las siguientes:
- Evitar el canal raquídeo, previniendo la aparición de fibrosis postquirúrgicas
- Postoperatorio menos doloroso al existir una menor lesión sobre los tejidos, principalmente a nivel muscular
- Recuperación postquirúrgica más precoz
