Infiltraciones de ozono: aplicaciones y efectividad

Aunque en España no existen estudios científicos que demuestren la eficiencia de las infiltraciones de ozono para el tratamiento del dolor, hay evidencia práctica de ello. Generalmente, los pacientes tratados con estas inyecciones obtienen una mejoría notable y superior a los que son tratados con infiltraciones sin ozono.

Según los especialistas de la clínica Biziondo, la efectividad de estos tratamientos depende de la patología del paciente y de la forma de aplicación. De esta manera, cuando las infiltraciones se colocan a nivel paravertebral, el tratamiento resulta más efectivo que cuando la inyección se realiza a nivel muscular. Esto se debe a la distancia que existe respecto al centro del dolor.

Aplicaciones de ozono: efectivas para hernias o protusiones discales

Las moléculas de ozono están compuestas de oxígeno concentrado. Se utilizan como antiinflamatorio, contribuyen a la vascularización de las zonas que requieren tratamiento y ayudan a regenerar los tejidos. Además, disminuyen el dolor en la zona lumbar y cervical.

Las terapias de infiltraciones de ozono se usan hernias o protusiones discales, ya sean lumbares o cervicales. Generalmente, el resultado es óptimo. Sin embargo, la duración del alivio y el alcance de la mejoría pueden variar, porque dependen del tipo de lesión que sufra el paciente. Si la infiltración se aplica de forma correcta puede ser una solución definitiva del problema de columna.

Se trata de una técnica económica, que no suele conllevar efectos secundarios y no requiere ingreso hospitalario. Además, solamente se necesita una sesión para evaluar los resultados. Si los síntomas del paciente no mejoran en un 80 % no se deben aplicar más inyecciones, ya que, en estos casos, se deberá buscar un tratamiento de columna más adecuado.

Factores que mejoran la efectividad del tratamiento con ozono

Normalmente, el ozono es efectivo para tratar hernias y protusiones discales, pero el éxito suele ser mayor cuando el diagnóstico y la aplicación son tempranos. Estas inyecciones permiten reducir la lesión y disminuir el dolor, pero esto no supone rehidratar y recuperar el tamaño original del disco.

Por otro lado, la efectividad de esta terapia mejora cuando se acompaña de una discografía. Se trata de un proceso en el que el paciente recibe un líquido de contraste para detectar el disco que causa más dolor. De esta manera, se puede tratar la zona afectada de forma directa.

Biziondo dispone de un grupo de especialistas en columna y traumatología que reúne la experiencia y la capacidad para aplicar infiltraciones de ozono con las condiciones adecuadas para lograr los mejores resultados posibles.