Injerto de encía: ¿cuándo y cómo se hace?

El injerto de encía es una técnica quirúrgica completa que logra un aumento de la cantidad del tejido en una zona donde no haya. Es decir, cuando un paciente tiene encías retraídas (también conocido como recesión gingival) existe peligro de que el nervio del diente quede al descubierto. Por eso, es necesario recubrir el exceso de esmalte con un tejido gingival.

El proceso de injerto de encía es una cirugía periodontal compleja, pero a cargo de un periodoncista con tanta experiencia profesional como el Dr. Javier de la Cruz, todo es mucho más sencillo. Te contamos cómo lo hacemos en nuestro centro, Bordoclinic.
 

¿Cuándo es necesario un injerto de encías?

Un injerto de encía para recomponer unas encías retraídas se puede llevar a cabo por motivos de estética o de salud, aunque en gran parte de los casos se solucionan los dos factores.

En aquellos pacientes en los que hay peligro de que la raíz del diente quede sobreexpuesta, nuestro objetivo será volver a dar la protección natural de la encía al diente. De esta manera, el tejido hará frente a la placa dental y las bacterias, mejorando así la salud dental y evitando la creación de bolsas periodontales o una inflamación de encías.
 

Por otro lado, cuando el paciente tiene demasiada superficie dental al descubierto, posiblemente la sonrisa tenga un aspecto demasiado grande. Podemos conseguir que el paciente enseñe menos diente y recupere la belleza de su sonrisa, preservando la armonía con el resto de la encía. Para ello, realizaremos un diseño de sonrisa digital y después procederemos a llevar a cabo el injerto de encía acorde al mockup que hayamos definido.
 

Tipos de injerto de encía: ¿cuál escogemos?

En Bordonclinic el procedimiento de injerto de encía mejora día a día gracias a nuestra experiencia, por lo que aplicamos una técnica de lo más detallada con la finalidad de conseguir el mejor resultado.
 

Esta cirugía consiste en trasplantar un poco de tejido del paladar del paciente en la zona donde haya esa falta de encía, para que se adapte y crezca. No obstante, existen diferentes formas de proceder para realizar esta intervención según el paciente:
 

• Injerto gingival libre

Se usa tejido extraído del paladar y se implanta de manera íntegra en el lugar de la encía que se quiera reparar. Además de solucionar el problema de retracción de encías, podremos engrosar el tejido y darle consistencia a las encías finas. Este injerto gingival no suele tener un tamaño mayor a 1 mm.
 

• Injerto de tejido conectivo

El injerto se extrae del paladar, pero solamente el tejido conectivo subepitelial. El resto de capas del tejido palatino se colocan en el lugar del que fueron extraídas.
 

• Injerto gingival pediculado

Para realizar el injerto de encías se recurre a un trozo de encía (el denominado pedículo) que proceda del mismo diente que se va a reparar. En vez de cortarlo entero, se selecciona solo una porción, de modo que luego se pueda rodear el diente y coserlo para no moverlo de su zona. Sin embargo, en este caso se necesita que el paciente disponga de suficiente cantidad gingival.
 

• Banco de tejidos

Cuando sea difícil obtener tejido del propio paciente con cualquiera de los métodos anteriores, recurriremos a un banco de tejidos.
 

¿El injerto de encía duele?

Pese a ser muy habitual que los pacientes tengan encías retraídas, lo cierto es que no le suelen dar importancia hasta que causa algún problema. Se trata de un problema gradual, por eso desde Bordonclinic avisamos al paciente de su situación y de cómo puede evolucionar esta retracción si no se hace un injerto de encías a tiempo. Sin embargo, si no se soluciona, tarde o temprano la retracción llega a la raíz del diente y ya no será solo un problema estético, sino que la sensibilidad del diente aumentará, aparecerán bolsas periodontales e inflamación de encías y puede acabar perdiéndose el diente.

Dicho esto, el dolor de un injerto de encías siempre es menor que el que puede ocasionar no tratar el problema. Bordonclinic lleva desde 1983 realizando cirugías a nuestros pacientes, y siempre resolvemos los casos con éxito. Para la intervención solemos aplicar anestesia local, pero también disponemos del sistema de sedación consciente para los pacientes que tengan miedo al especialista en Odontología o experimenten ansiedad o nervios que le impidan relajarse, y a nosotros trabajar. De cualquier modo, la anestesia neutraliza cualquier dolor o molestia, y si el paciente sigue las indicaciones del Dr. de la Cruz podemos asegurar que un injerto de encías no duele.
 

¿Cómo es el postoperatorio?

Para curar un injerto de encía y no padecer ningún dolor fuerte, aconsejamos colocar hielo de forma local durante 4 o 5 horas tras la cirugía. De esta manera, no solo reduciremos las molestias, sino que también evitaremos los traumatismos que puedan aparecer en el área afectada.
 

Por supuesto, se recomienda no realizar deporte ni esfuerzos durante la primera semana después de la intervención. Y seguir una dieta de alimentos templados o fríos y, preferiblemente blandos, en especial el día de la cirugía y al día siguiente. Durante los próximos 15 días, se indica comer alimentos fáciles de masticar sin bordes o componentes crujientes que puedan dañar el tejido, que estará sensible.
 

Todo ello, junto con las recomendaciones del Dr. Javier de la Cruz sobre cuidados caseros y medicamentos necesarios, evitarán cualquier molestia fuerte y el injerto de encía podrá curarse sin problemas. Además, los pacientes disponen de nuestro servicio de urgencias 24h por si surgiese cualquier imprevisto.
 

Si tienes las encías retraídas y quieres poner solución a tu problema, puedes contactar con nuestra clínica y te llamaremos para realizar un estudio de tu sonrisa. Como ves, podemos mejorar tu sonrisa, ya que acumulamos numerosos casos de éxito desde hace más de 30 años.