Duelo con sentido en Navidad: celebrando a través del recuerdo

La Navidad se acerca con su despliegue de luces vibrantes y colores brillantes, acompañada de sonidos de campanillas, el aroma tentador de castañas asadas y el sabor dulce del turrón. Estas festividades están diseñadas para el disfrute, para el reencuentro amoroso y la comunión familiar, para la celebración.

Sin embargo, nuestro estado de ánimo no siempre nos permite sumergirnos en el disfrute que aparentemente se espera de nosotros. Para muchos, estas fechas son un recordatorio doloroso de quienes ya no están con nosotros, un duelo por aquellos que no pueden unirse a nuestra celebración.

Cómo vivir el duelo cuando se acerca la Navidad

Estos momentos se convierten en ocasiones de profunda reflexión, donde la ausencia se siente con una intensidad desgarradora. Las luces resaltan con más fuerza las ausencias de quienes ya no están, los villancicos carecen de una voz querida, los olores despiertan recuerdos nostálgicos, y la comida típica ya no tiene el mismo sabor que cuando era preparada por las manos de nuestros seres queridos.

Hoy se cumplen diez años desde que mi padre nos dejó. Aunque mi corazón se llena de cierta tristeza, recuerdo a mi padre con alegría y gratitud por haberlo tenido en mi vida y por todas las lecciones que me han moldeado en la persona que soy hoy.

Al mirar hacia atrás, rememoro esas primeras Navidades sin él, y las muchas que le siguieron. La dificultad de intentar celebrar cuando el corazón se encuentra roto por el duelo, y el esfuerzo conjunto de todos por crear unas Navidades que honraran su memoria y fueran dignas de ser disfrutadas por los más jóvenes de la familia, aquellos para quienes todos los seres queridos aún estaban presentes en la mesa.

En estos momentos, no puedo evitar pensar que mi padre y los demás adultos que hicieron de mis Navidades de infancia algo tan especial, también experimentaron sus propios duelos y anhelos en estas fechas.

Al final del día, creo que se trata de seguir adelante integrando en nuestro ser a aquellos que nos precedieron y transmitir todo lo bueno que aprendimos de ellos a las generaciones venideras. Se trata de iluminar nuevos caminos, aprender nuevos villancicos además de los clásicos, compartir nuestros recuerdos con los más pequeños y saborear la vida en su plenitud.

Si te encuentras en duelo y sientes que este proceso natural se vuelve abrumador, no dudes en ponerte en contacto con nosotros o con un psicólogo. Estamos aquí para ayudarte en este camino de sanación y crecimiento.