¿Conoces los beneficios de la radiofrecuencia?

Muchas personas buscan opciones dentro de la medicina estética con el objetivo de reducir grasa localizada, corregir la flacidez y retrasar el envejecimiento de la piel. Todas estas problemáticas se pueden tratar con la tecnología de radiofrecuencia, que está encargada de estimular la producción de colágeno de la piel, logrando que esta se vea brillante, saludable y más joven.

A lo largo de los años la generación de colágeno va disminuyendo, lo que provoca la aparición de líneas finas, sequedad y piel floja. Es decir, el colágeno es fundamental para combatir estos signos de envejecimiento.

Además del paso de los años, hay otros factores que influyen en la baja producción de colágeno: el tabaco, el exceso de sol, la contaminación, el estrés y los factores ambientales. De esta manera, la piel se adelgaza, se arruga y se cae.

¿Qué es la radiofrecuencia?

Consiste en un tratamiento no invasivo que se usa para lograr un “efecto lifting”· Se trata de una técnica de rejuvenecimiento facial y corporal mediante la aplicación de calor en las capas más profundas de la dermis.

¿Cómo funciona la radiofrecuencia?

Este tratamiento utiliza una onda eléctrica de micropulsos para aumentar de forma controlada la temperatura de la piel. De esta manera, genera calor en la zona a tratar y actúa sobre los tejidos afectados.

Se trata de hacerle creer a la piel que existe un ataque en determina área, lo que hace que el cuerpo reaccione con elementos regenerativos y los tejidos se rejuvenezcan de forma natural.
 

¿Cuáles son los efectos de este tratamiento?

Al ser un tratamiento de belleza, proporciona beneficios estéticos faciales y corporales. Sus efectos son:

• Estimula la circulación sanguínea
• Produce colágeno y elastina
• Reduce la aparición de arrugas
• Mejora la elasticidad de la piel
• Mejora la “piel de naranja”
• Aumenta el metabolismo de los adipocitos
• Acrecienta el sistema de retorno linfático
   

Duración de los tratamientos

La recomendación estándar es entre 4 y 10 sesiones, dependiendo de la necesidad de cada paciente. Cada sesión suele durar unos 30 minutos en el caso de la aplicación corporal y se debe respetar un intervalo de 15 días entre cada sesión.

Una de las ventajas de este tratamiento es que puede realizarse en cualquier momento del año. Una vez finalizado el total de las sesiones se recomienda realizar mantenimiento después de unos meses.

Es importante tener en cuenta que los tratamientos deben acompañarse con ejercicio, dieta saludable rica en antioxidantes y un adecuado cuidado de la piel.