Colegio y alergia en tiempos difíciles
Written by:“Los pacientes que ya estéis diagnosticados de alergia deberéis recordar el tratamiento previo o actualizarlo con vuestro médico de cabecera, pediatra o alergólogo y los que por primera vez empecéis con síntomas leves como los descritos debéis acudir al médico de cabecera o al pediatra para que valore si pone tratamiento o necesitáis derivación a un especialista en alergología.”
Los colegios cerrados y las aulas vacías quedan atrás; ha comenzado el curso con un nuevo compañero.
Vamos a entender bien; “tú puedes ser portador”, cuando el germen pasa por ti e interacciona con tu cuerpo lo que hace es intentar invadirnos y aprovecharse de la maquinaria de nuestras células para reproducirse; nuestro sistema inmune se defiende de dos formas, reconociendo el virus y fabricando sus propias armas que atacan de forma específica al virus (hablamos de Ig G e Ig M) o por inmunidad innata a través de células que destruyen a los virus. En algunas ocasiones, el virus “engaña” a nuestro sistema inmune y se queda ahí
Gracias a las medidas que nos han enseñado vamos a intentar minimizar el riesgo de contagio, pero no nos engañemos, la amenaza de una nueva pandemia está ahí.
Son muchas aún las incógnitas acerca de el intruso; aunque parece que tenemos una certeza y es que se trasmite a través de las pequeñas gotitas que expulsamos en aerosol cuando hablamos, tosemos o estornudamos pudiendo en ocasiones llegar hasta 4-5 metros de distancia.
Es fundamental implementar mientras sigan existiendo casos nuevos de enfermedad declarada el uso de mascarilla. Utilizada de forma correcta va a prevenir tanto el contagio como la propagación. El virus necesita sí o sí un organismo para poder replicarse, si no lo encuentra acabará por desaparecer.
Los niños que presentan una alergia alimentaria, cutánea, medicamentosa, respiratoria… si están controlados, no tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Especial precaución en pacientes descontrolados; un paciente con asma bronquial descontrolado conlleva una mala ventilación y ella un aumento del riesgo de sobre infectarse por virus y bacterias. Por otro lado, si a un paciente limitado por su fatiga respiratoria le añadimos otra enfermedad respiratoria infecciosa e inflamatoria no hace falta que explique lo que va a pasar.
En tiempos de procesos catarrales, donde estamos sugestionados tanto médicos como pacientes, se hace más difícil el diagnóstico diferencial. ¿Quién no sospecha haber estado al lado de alguien que haya estado cerca de alguien con el virus?; si a esto le sumamos que todos estos síntomas; tos, fatiga, cansancio, dolor de cabeza, conjuntivitis… son comunes a ambas patologías, tendremos que ser más finos si cabe a la hora de valorar y prevenir.
¿Cómo afecta la mascarilla a los pacientes alérgicos?
En líneas generales también en alérgicos sirve para proteger; evita que los alérgenos (sustancias con capacidad para producir una respuesta inmunológica en el organismo) entren en contacto con las mucosas y órganos diana (fosas nasales y vías respiratorias). Por otro lado, puede prevenir la desecación de la vía aérea que es parte de la fisiopatología del asma.
En pacientes con asma descontrolada no es viable que lleven la mascarilla, pero tampoco es viable que vayan a clase con tos y fatiga.
Recomendaciones y consejos a seguir
A todos nos molesta llevar la dichosa mascarilla; no busquéis escusas; poner una barrera al virus es cuestión de todos.
En lugares abiertos; mantén distancia de seguridad; si no es posible utiliza la mascarilla.
Si vas a permanecer en una habitación hay que ventilar; debería ser obligatorio el uso de la mascarilla en lugares cerrados cuando no es posible la ventilación o no se puede mantener la distancia de seguridad.
Contando con que el virus podría saltarse la mascarilla o que alguien lo pueda dejar salir por no llevarla o llevarla en la barbilla, o en la frente, o en la muñeca, o con la nariz fuera… la higiene y limpieza de manos cuando tocamos algo es fundamental; no digo la limpieza maniática y repetitiva que nos llevará a dermatitis en las manos.
Si comienzas con síntomas como tos, fiebre, pérdida de olfato o gusto debes aislarte y avisar vía telefónica. Seamos prudentes y pensemos en los demás niños y sobre todo en nuestros mayores.
