VIH: El estigma y las desigualdades siguen siendo el principal problema para erradicar la enfermedad

Hay cerca de 39 millones de personas que conviven con el virus VIH y 650 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida.

Hay cerca de 39 millones de personas que conviven con el virus VIH y 650 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida. Actualmente, se ha ralentizado el ritmo de infección por VIH y ha aumentado el acceso al tratamiento, pero el estigma hacia las personas que conviven con la enfermedad sigue latente en la sociedad.

La Dra. Alexandra Arca Blanco, reputada especialista en Medicina Interna y experta en VIH del Hospital Povisa en Vigo y miembro de Top Doctors, nos explica que el estigma social continúa existiendo, por parte de la sociedad. Hay un desconocimiento o ideas erróneas en lo relativo a la infección por VIH por lo cual es necesario seguir trabajando para cambiarlo. Sin duda es necesario más conocimiento de la infección, así como de la transmisión por parte de la sociedad para que el estigma social desaparezca.

Día Mundial del Sida

El VIH es un virus de inmunodeficiencia humana que daña el sistema inmunitario y destruye los glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones, poniendo en riesgo de sufrir infecciones graves y ciertos tipos de cáncer. El Sida es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, la etapa final de la infección por VIH cuando ya el cuerpo está muy dañado. La importancia recae en el hecho que no todas las personas con VIH acaben desarrollando Sida.

Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la lucha con el Sida, un día para apoyar a todas las personas que conviven con el virus y tener presente a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.

Métodos eficaces para la prevención

Según ONUSIDA, ningún método de prevención puede poner un fin real a la epidemia del VIH, aunque hay métodos e intervenciones que han demostrado ser efectivas para reducir la exposición a la infección por el VIH y aumentar la protección, como el uso de preservativos o los medicamentos antirretrovíricos. Aun estos grandes avances, las nuevas infecciones entre adultos todavía no han bajado lo que se esperaba. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tenía por objetivo reducir las nuevas infecciones a 500.000 en 2020 y en el cierre de 2021 fueran 1,5 millones de personas.

La causa principal de fracaso de este objetivo se debe principalmente a la falta de compromiso político, a inversiones insuficientes y a la ausencia de una prevención sistemática. Teniendo en cuenta este contexto, todos los proyectos de investigación se han centrado en buscar medicación que pudiera actuar contra el VIH. Actualmente, el tratamiento más óptimo es aquel que combina mínimo tres medicamentos antirretrovíricos distintos, ya que se consigue evitar la multiplicación del VIH y la desaparición del virus de la sangre. Estos tratamientos consiguen que el sistema inmunológico pueda recuperarse y pueda atacar nuevas infecciones evitando que se desarrolle el Sida o otras enfermedades que acaben causando problemas o enfermedades más graves.

Tratamientos innovadores

Este tipo de tratamiento ha conseguido descender hasta un 43% las muertes asociadas al sida, a nivel mundial, desde 2003. Además, está ayudando a la prevención, ya que las personas que viven con el VIH con una carga viral indetectable no pueden transmitir el VIH mediante el intercambio sexual.

Actualmente, está aprobado el uso del tratamiento antirretroviral con Cabotegravir/Rilpirivirina por vía intramuscular cada 2 meses, que será la primera terapia inyectable aprobada para el tratamiento del VIH y que sustituirá a la toma diaria de comprimidos en paciente con buen control de la infección, nos cuenta la Dra. Arca Blanco. Además, añade que es un tratamiento de acción prolongada manteniendo niveles estables de los fármacos hasta la próxima inyección, evitando así la toma diaria de pastillas, lo cual supone un gran avance para muchos pacientes. 

Los medicamentos de acción prolongada para la prevención y el tratamiento del VIH, como la profilaxis previa a la exposición (PPrE) ya son una realidad y pueden ayudar a salvar muchas vidas. Por otro lado, la investigación también está avanzando en tecnologías de vanguardia para el VIH que podrían ser transformadoras. En este sentido, sería la mejor manera de conseguir poco a poco frenar la transmisión del VIH.

Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la lucha contra el Sida

“Vive en positivo”

En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha una campaña para promover entre la población actitudes de respeto hacia las personas con VIH. La acción llamada “Vive en positivo” tiene por objetivo principal sensibilizar e informar sobre el derecho a la igualdad de oportunidades, a la no discriminación y a eliminar el estigma que existe asociado al VIH, el reto más importante que hay por delante.

Desde que el VIH se empezó a extender en 1980, las personas que contraían la enfermedad sufrieron todo tipo de discriminaciones, ya que se consideraba como extremadamente peligrosa y contagiosa y se relacionaba con una muerte segura. A causa de esa asociación, se creó el estigma hacia las personas con VIH y Sida que, a día de hoy sigue existiendo.

Es importante destacar que, el estigma y la discriminación hacia las personas con VIH significa una vulneración hacia los derechos humanos y es la principal barrera que hay para conseguir una buena prevención, diagnóstico y tratamiento. Mientras siga habiendo tratos discriminatorios tanto a nivel sanitario, laboral y, sobre todo, social, no habrá un avance real.

¿Cuál es la estrategia mundial?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene por objetivo aplicar las estrategias necesarias para lograr poner fin al Sida de aquí al 2030. Así pues, es necesario centrarse más en las personas afectadas y con mayor riesgo de contraer la enfermedad y eliminar las barreras que existen y crean desigualdades sociales. Entre las principales acciones que se pretenden llevar a cabo, se encuentran: prestar servicios centrados en las personas, optimizar los sistemas y las alianzas para lograr impacto, implicar a la sociedad civil y fomentar la innovación. Para lograrlo la misma organización, colabora con distintas asociaciones como ONUSIDA, UNICEF o el Banco Mundial.

Ante este reto de la OMS, la Dra. Arca Blanco considera que para cumplir con esos objetivos sigue siendo necesario realizar un gran esfuerzo en nuestro medio sobre todo para diagnosticar a todas las personas con infección por VIH que desconocen estar infectadas, para que puedan tener acceso al tratamiento y al control virológico que se traduce en una carga viral indetectable en sangre. Esto es de suma importancia ya que una persona con infección por VIH que realiza tratamiento de forma correcta y está indetectable en sangre no transmite la infección (I=I, Indetectable=Intransmisible) lo cual corta la cadena de contagios, además de otras estrategias preventivas, como la terapia preexposición en personas no infectadas.  

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, considera que “al igual que el VIH antes, la COVID-19 ha demostrado que la desigualdad mata. La COVID-19 ha ampliado las desigualdades existentes que bloquean el progreso para acabar con el sida. Por eso estoy orgullosa de que nuestra nueva estrategia sitúe la lucha contra las desigualdades en su centro. Debemos aprovechar este momento para garantizar la igualdad sanitaria para todos con el fin de vencer la COVID-19 y acabar con el sida“.

La Dra. Alexandra Arca también recalca que, aunque el COVD-19 fue un momento de alarma para otras enfermedades que pasaron a un segundo plano, actualmente los ensayos clínicos y la investigación en materia de la infección por VIH continúa, buscando la cura funcional de la infección por VIH y una posible vacuna preventiva contra el VIH entre otros temas. 

95-95-95: Un objetivo ambicioso

Acabar con la epidemia de sida es el compromiso esencial para los 39 millones de personas que han muerto a causa de esta enfermedad. Aunque harán falta muchas estrategias para acabar definitivamente con la epidemia de sida, una cosa está clara: será imposible terminar con la epidemia sin proporcionar el tratamiento del VIH a todos aquellos que lo necesiten.

Las desigualdades sociales no ayudan al control de la infección, el menor acceso a los sistemas sanitarios y al tratamiento antirretroviral contribuye a que la infección continúe su evolución hacia estadio SIDA en ausencia de tratamiento. Por ello, debemos trabajar por un acceso universal a la sanidad y al tratamiento antirretroviral para lograr los objetivos de la OMS 95-95-95 para el año 2030, comenta la especialista en Medicina Interna.

El objetivo ambicioso de la OMS para 2030, tal y como comenta la doctora, tiene el foco puesto tres puntos clave:

  • Que el 95% de las personas que viven con el virus conozcan su estado respecto al VIH.
  • Que el 95% de las personas que lo conocen puedan acceder al tratamiento
  • Que el 95% de las personas en tratamiento tengan carga viral indetectable.

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