Todos hemos tenido tos alguna vez. Tos con mocos, tos seca con picor en la garganta… Pero… ¿Qué es exactamente la tos?
La tos es un mecanismo de defensa del cuerpo ante agentes externos. A pesar de que puede aparecer súbitamente y puede impedirnos realizar nuestras actividades habituales, la tos actúa como defensa de las vías respiratorias, expulsando una gran cantidad de aire que despeja las vías respiratorias empujando estas partículas externas hacia el exterior.
Así, si nuestras vías respiratorias se ven afectadas por la presencia de polvo o agentes extraños, la tos funciona intentando expulsar estas partículas a través de grandes cantidades de aire que provienen de los pulmones.
La tos puede ser voluntaria o un acto reflejo que no podemos controlar, siendo en estos casos cuando la tos deja de ser un aliado que puede pasar a “complicarnos la vida”. Seguramente alguna vez hayas tenido un ataque de tos. Además, la mala suerte puede propiciar que el ataque de tos aparezca cuando menos te lo esperas… ¿En una reunión de trabajo? ¿en una llamada telefónica? ¿En una sala de espera que se encuentra totalmente en silencio? Quizá haya aparecido súbitamente en el momento en el que te tocaba hablar en una reunión, o a la hora de dar un discurso. Sea como fuere, la tos nos afecta a todos, y estas son las causas principales:
Tos ocasionada por una inflamación. La tos puede aparecer en el momento en el que las vías respiratorias se inflaman debido a enfermedades comunes como el resfriado, la gripe o el asma. En estos casos, las vías respiratorias se inflaman, y dificultan el paso del aire.
Tos causada por estímulos ambientales. Normalmente, se tratan de partículas de ácaros o de polvo que entran en las vías respiratorias, produciendo tos. En muchas ocasiones, la tos puede ser un signo de que existe una alergia a determinado componente o ácaro, por lo que puede resultar en un síntoma muy habitual.
Cambios bruscos de temperatura. Los cambios importantes de temperatura, como por ejemplo en verano pasar de la calle a una tienda con el aire acondicionado muy alto, pueden ser causantes de tos.
Hábitos de vida. Los hábitos y estilos de vida que lleve el paciente pueden resultar claves en la aparición de la tos. Por ejemplo, un paciente fumador —incluido el fumador pasivo— tiene más posibilidades de tener tos, que puede cronificarse. En la misma línea, un trabajador que esté expuesto a humo o polvo constantemente, como por ejemplo un minero, tiene más posibilidades de desarrollar tos que una persona que trabaja en una oficina. Factores como el estrés o la ansiedad pueden desencadenar también en ataques de tos.
Tipos de tos
Existen distintos tipos de tos. En primer lugar, se debe diferenciar en si la tos es o no productiva, es decir, si viene o no acompañada de expectoración y mucosidad. De esta forma, la tos se divide en tos productiva o tos seca y en tos productiva.
En el caso de la tos seca, se trata de tos que no viene acompañada de mucosidad ni expectoración. Se trata de una tos molesta, que normalmente viene acompañada de una sensación de picor o escozor constante en la garganta. Este tipo de tos suele tener un origen en alergias o en infecciones de las vías respiratorias. La COVID-19 tiene como síntoma la tos seca.
En el caso de la tos productiva, se trata de un tipo de tos que viene acompañada de expectoración, es decir, la expulsión de mucosidades por vía oral. No obstante, la expectoración no siempre se produce con facilidad, aunque es más fácil de controlar.
Otro tipo de tos que debe mencionarse es la tos crónica, que se define cuando la tos supera y persiste más allá de ocho semanas. Según el Dr. José Bujalance, neumólogo en Málaga, “nueve de cada diez casos de tos crónica están causados por el tabaquismo, el goteo postnasal, asma bronquial, bronquitis crónica y el reflujo gastroesofágico.”
La tos psicosomática es un tipo de tos que se asocia a estrés o ansiedad.
Por último, tenemos la tos ferina. El Dr. Manuel Baca, pediatra especialista en Neumología en Málaga señala que se trata de “una infección de las vías respiratorias muy aguda, que está caracterizada por una tos seca intensa, seguida de sonidos agudos en la garganta conocidos como “gallos” que semejan gritos agudos. Está causada por una bacteria que se encuentra en la boca, la nariz y la garganta de las personas infectadas. La tos ferina puede comenzar con síntomas similares a los del “resfriado común” o a los de una tos seca que progresa hasta llegar a episodios de tos severa. Cuando una persona infectada estornuda o tose, pequeñas gotitas que contienen la bacteria se mueven a través del aire directamente o en forma de aerosol. Por ello esta enfermedad se propaga fácilmente de una persona a otra”.
Tos y COVID-19
La tos seca es un síntoma del coronavirus. De hecho, se trata de uno de los síntomas más habituales y de los primeros en mostrarse cuando una persona padece COVID-19. “La tos de la COVID es una tos seca. Se trata de una tos irritativa, acompañada de un picor en la garganta y que puede venir acompañada de cierta dificultad respiratoria”, señala el Dr. Salvador Álvarez, médico de familia en Marbella.
No obstante, la tos es un síntoma que puede aparecer en numerosas patologías, por lo que para determinar que la tos seca puede ser un síntoma de COVID debe tenerse en cuenta cada caso en particular, así como otros potenciales síntomas.
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