La importancia de cuidar la salud mental en el trabajo

Durante el año 2021, según los datos de afiliación de la Seguridad Social, 30.000 profesionales renunciaron a su puesto de trabajo de forma voluntaria. Y, de hecho, se estima que, a lo largo de este año, un 27% de los trabajadores pretende dejar su trabajo, principalmente por razones de salud mental.

Todos pasamos muchas horas en el lugar de trabajo y es importante cuidar la salud mental en ese entorno, ya que es una de las herramientas principales de trabajo y acaba repercutiendo en los resultados de la empresa.

Para conocer un poco más sobre la importancia de cuidar la salud mental en el trabajo, hablamos con la Sra. Olga Albaladejo Juárez, especialista en Psicología en la Consulta de Psicología Olga Albaladejo.

¿Por qué es importante cuidar la salud mental en el trabajo?

Cuidar la salud mental en el trabajo es tan importante como cuidar la salud física. Si una persona no está bien físicamente no puede trabajar o, al menos, no podrá aportar un rendimiento completo y eficiente. Lo mismo sucede con la salud mental.

El problema de la salud mental es que no se cuestiona cuando se tiene y se oculta cuando no se tiene por miedo, por vergüenza, por desconocimiento… Adicionalmente, es importante recordar que la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino el estado completo de bienestar físico, mental y social.

¿Qué factores pueden llevar al deterioro de la salud mental en el entorno laboral?

Las personas somos una unidad y todo lo que nos sucede afecta a las distintas esferas de nuestra vida. No hay una relación unívoca y direccional entre un estresor y una respuesta aplicable para todas las personas. Las mismas circunstancias que a una persona pueden hacerla sentir estrés, a otra pueden hacerle sentir ira, impotencia o indiferencia. Por eso, cualquier generalización debe ser trasladada después al ámbito de lo individual.

Además, hemos de considerar que estamos en un cambio de etapa. Se cierra ahora la necesidad del teletrabajo y muchas personas empiezan a volver al trabajo; la mayoría eso sí, con pautas diferentes, y otras permanecerán de forma definitiva en teletrabajo. Sea cual sea la circunstancia, puede ser un estresor en función de los condicionantes vitales. En consulta hay personas angustiadas por volver a la oficina y otras deprimidas por no hacerlo.

En general, los cambios son “atentados” para el equilibrio y la salud mental, y más en particular, si no son elegidos.

El exceso de trabajo, la demanda de resultados percibida como exagerada o desproporcionada, la ausencia de recursos para cumplir con los objetivos, el maltrato por parte de los compañeros o superiores, la falta de motivación o gusto por el trabajo que se realiza, la falta de recompensas o un trato percibido como injusto: todo ello son solo algunos ejemplos de los factores que pueden desequilibrar nuestra salud mental y, sobre todo, si son mantenidos en el tiempo y percibimos que no tenemos herramientas para gestionarlos.

¿Cuáles son los principales problemas psicológicos que afectan a los trabajadores?

Los problemas psicológicos que afectan a la población en general son los mismos que se manifiestan en el trabajo con el que, además, se relacionan hasta el 50% de los problemas de salud mental de la población activa en España. En general, los más prevalentes son la ansiedad y la depresión que además van en aumento de forma exponencial desde el comienzo de la pandemia.

Por otro lado, el estrés cronificado en el trabajo deviene en el síndrome de burn out que hoy ya es reconocido por la OMS. Sin pretender ser demasiado técnica, combina el agotamiento mental, la despersonalización, distancia mental del trabajo, sentimientos negativos hacia el mismo y eficacia profesional disminuida.

¿La pandemia ha agravado estos problemas?

Sin duda alguna. Como comentaba antes, no solo han aumentado los problemas y patologías mentales más de un 25%, sino que han aparecido otras causas o desencadenantes de problemas mentales como el teletrabajo, el cambio de dinámicas laborales, el burn out en muchas profesiones como los servicios sanitarios; o, por otro lado, la pérdida de trabajo temporal o definitiva, o la necesidad de aceptar empleos peor remunerados por la bajada generalizada de los salarios.

Recordemos además que la persona con problemas mentales causados por situaciones personales o familiares será la misma que acuda, o no, a su puesto de trabajo. La pandemia y el confinamiento han generado nuevos problemas como el miedo al contagio, han agravado los problemas familiares preexistentes, han desequilibrado el normal desarrollo de niños y adolescentes y han hecho progresar más rápidamente los problemas de salud de nuestros mayores y todo ello supone un desafío constante para el equilibrio mental y emocional de empleados y empleadores en el desarrollo de su trabajo.

El papel de las empresas para contribuir al bienestar psicológico de sus trabajadores en el entorno laboral

Las empresas son las responsables de propiciar un entorno donde se minimice el impacto psicológico negativo y se potencie el bienestar. Ellas son las primeras interesadas por la pérdida económica que suponen las enfermedades mentales declaradas en bajas laborales y las no declaradas en forma de absentismo presencial o pérdida de eficacia y rendimiento.

Cada vez son más conscientes de ello y encontramos departamentos de felicidad o bienestar y hasta empresas, raras aún, que nos contratan para apoyar psicológicamente a los empleados que lo necesitan.

No obstante, todavía queda un recorrido hasta que haya verdaderos programas de promoción de la salud mental, más allá de la conciliación, la nutrición, el ejercicio físico o los seguros médicos. Es necesaria formación en prevención y protocolos para la detección de problemas de salud mental y derivación apropiada. También para la reintegración al trabajo de las personas que vuelven de una baja por salud mental o por una enfermedad grave con claras repercusiones en la salud psicológica.

Estrategias que pueden seguir las empresas para mejorar la salud mental de sus trabajadores

Según la Sra. Olga Albaladejo Juárez, es importante que la empresa:

  • No solo diga, sino que haga sentir a sus empleados que su salud mental es tan importante como la salud física. Que no discriminen a quien se da de baja por ansiedad, estrés o depresión.
  • Que incluyan en sus seguros o beneficios sociales la ayuda psicológica y/o que estén dispuestos a subvencionarla para asegurar una pronta recuperación del empleado.
  • Que consideren incluir a hijos y parejas en las ayudas psicológicas.
  • Que potencien el respeto y el cuidado de las personas por encima del logro de objetivos. Así, descubrirán así que aumenta su rentabilidad y el compromiso de sus empleados.
  • Y que escuchen a cada persona de forma individual, porque no todas las medidas de conciliación o motivación sirven para todos. El respeto a la individualidad seguro que se convierte también en una forma de salud mental organizacional.

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