Explican desde la Clínica Tambre que el Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) se presenta como una solución para la transmisión de enfermedades genéticas a los descendientes. Consiste en una serie de estudios y técnicas de análisis del ADN presente a partir de una única célula del embrión en un entorno de Fecundación in vitro (FIV). Los embriones resultantes del estudio que no presenten alteraciones cromosómicas o genéticas serán transferidos al útero para su gestación.
El Diagnóstico Genético Preimplantacional también se suele utilizar en casos de abortos de repetición o fallos de implantación, cuando el resto de los estudios realizados en estos casos han dado todo normal y no han detectado ningún problema.
Casos menos frecuentes que también requieren este estudio genético son la selección de embriones histocompatibles con fines terapéuticos a terceros. Esta es la selección de embriones que son compatibles con un familiar de primer grado, y se realiza generalmente para medir la compatibilidad con otro hijo que ha sido afectado de una enfermedad hematopoyética grave y requiere de un trasplante de células de cordón umbilical o de médula ósea. En muchos de estos casos será necesaria una autorización de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.
En referencia a la selección de embriones, en España actualmente está prohibida la selección de sexo del embrión por razones que no sean estrictamente médicas.
Procedimiento del Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP)
Para llevar a cabo un DGP, el primer paso será la obtención de embriones a partir de un ciclo de Fecundación in vitro (FIV). Estos embriones se biopsiarán tres días después de la punción, cuando se extrae una única célula, o el quinto día tras la punción, cuando se extraen varias células.
Una vez obtenidas las células, estas se analizan según la técnica que se vaya a utilizar:
- En el caso de la técnica FISH (Hibridación In Situ Fluorescente), las células son fijadas en un portaobjetos para su posterior análisis.
- Actualmente la técnica más utilizada es el a-CGH (Hibridación Genómica Comparativa mediante arrays), sobre todo para los casos de alteraciones cromosómicas o estructurales, ya que esta técnica es mucho más robusta y capaz de detectar todas las anomalías cromosómicas en la célula. En el a-CGH, las células biopsiadas son trasladadas hasta el laboratorio de análisis genéticos en microtubos especiales. A continuación, las muestras son procesadas en los laboratorios y, tras el análisis de los resultados, se fijarán qué embriones son aptos o no, en función de si presentan alteraciones para su transferencia.
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