Día Internacional del Beso

El Día Internacional del Beso se celebra cada 13 de abril, conmemorando el beso más largo de la historia que se dio una pareja Tailandesa durante un concurso en 2011 durante más de 46 horas.

Besar es un acto muy común y a la vez especial. Besamos a nuestra pareja, a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestras mascotas y en sus múltiples modalidades: en la boca, en la mejilla, en la frente, lanzamos besos al aire… Se trata de una señal o gesto de cariño, afecto, amor o incluso como un saludo. Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, y se conmemora el beso más largo —hasta la fecha— de la historia, que se produjo durante un concurso en Tailandia en el año 2011, en el que una pareja se besó durante 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. Posteriormente, este registro se batió dos veces, y en la actualidad el récord es de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.

Y es que un beso hace que nos sintamos bien. Se tratan de experiencias que pueden resultar únicas e inolvidables. El primer beso, la primera vez que besamos a nuestra pareja o hijo, o los besos que nos daba un familiar que ya no está pueden resultar inolvidables. El objetivo del Día Internacional del Beso es resaltar la verdadera importancia del beso como la expresión de amor, vínculo o afecto.

¿Cuáles son los beneficios del beso?

A pesar de que dar un beso pueda parecer un gesto simple, besar puede producir numerosos beneficios para la persona que besa y la que recibe el beso.

  • Reduce el nivel de estrés: las endorfinas liberadas producen una actitud positiva, amplificando las hormonas de la felicidad y fomentando la creatividad.
  • Mejora la autoestima y la seguridad de nuestros seres queridos.
  • Reduce la presión arterial, al aumentar los latidos del corazón.
  • Ayuda a reducir o mitigar sensación de dolor.
  • Refuerza el sistema inmunitario.
  • Ayuda a quemar calorías.

COVID-19 y besos

La situación de pandemia provocada por la COVID-19 ha cambiado de forma notable nuestra forma de vivir y de comportarnos. Las medidas preventivas como el uso de la mascarilla, la distancia social o incluso las restricciones de movilidad han trastocado en buena medida los planes de una gran parte de la población, y su impacto a nivel psicológico y sociológico empiezan a ser un hecho.

Besar es sin duda un acto “poco amigo” de la COVID, ya que al besarnos nos ponemos en contacto directamente con otra persona y así se multiplican las posibilidades de contraer el coronavirus. Así, actos tan comunes en nuestro entorno como besar a un familiar, saludarse con dos besos en la mejilla, abrazarse o estrechar la mano se han visto drásticamente reducidos.

Besarse en tiempos de COVID no es sencillo, ya sea por miedo al propio contagio o por miedo a contagiar a nuestros seres queridos. Además, el pasado confinamiento domiciliario junto con medidas preventivas y las restricciones han limitado al máximo el contacto con nuestros seres queridos, por lo que los potenciales besos que se han dejado de dar a lo largo del último año son incalculables.

Con las múltiples vacunas ya listas y con la mayor parte de la población en pleno proceso de vacunación, solo queda esperar a alcanzar la inmunidad de grupo un que la totalidad de la población esté inmunizada para poder dar rienda suelta a nuestros besos y volver así a dar muestras de amor y cariño a los nuestros.

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