Hay veces en las que se utilizan palabras o métodos erróneos para intentar ayudar a alguien que padece depresión. Con motivo del Día Europeo de la Depresión que se celebra hoy, el Dr. Conrado Montesinos Fernández, especialista en Psiquiatría, Coordinador nacional de Psiquiatría de la Fundación Asistencia Nacional para la Ayuda al Enfermo de Depresión (ANAED) y miembro de Top Doctors, nos explica algunos consejos para ayudar a las personas que la padecen.
¿Qué debemos saber sobre la depresión antes de ayudar a alguien que la padece?
La depresión es una de las plagas del siglo XXI: se calcula que el 20% de la población mundial tiene riesgo de caer en una depresión a lo largo de su vida. Asimismo, se estima que, alrededor del año 2020, la depresión podría ser la primera causa de discapacidad por enfermedad en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Por tanto, se trata de una enfermedad grave que requiere muchos recursos económicos y que debemos de tener muy presente.
También hay que tener en cuenta que la depresión es un estado de profunda tristeza que ha de durar al menos dos semanas. Durante un estado depresivo también se presentan síntomas como falta de ilusiones, irritabilidad, apatía, cansancio, trastornos del sueño, trastornos de la alimentación y posibles psicosomatizaciones (problemas físicos derivados de problemas psicológicos, como la ansiedad o el estrés).
Cuando vemos a alguien que está triste, con tendencia al aislamiento, que descuida su apariencia personal, con un gran pesimismo y poco dado a comunicarse, podemos estar ante una persona con depresión.
¿Cuáles son los mitos más comunes sobre la depresión?
Muchas veces se confunde la depresión con la tristeza. Efectivamente, la depresión es tristeza, pero no sólo esto: tal como se ha mencionado anteriormente, hay otros síntomas. Así pues, mientras que la tristeza es un estado, la depresión es una enfermedad y puede ser grave.
Otra tendencia errónea es pensar que uno tiene depresión por elección propia o que la padece porque es débil, pero no es así: cualquiera puede padecer esta enfermedad a lo largo de su vida, nadie está libre.
¿Qué podemos hacer o decir para ayudar a una persona con depresión?
Lo mejor que podemos hacer es escucharle, no hay mejor terapia, sin juzgarlo ni hacerle críticas. También se recomienda animarle a practicar deporte, alimentarse adecuadamente, intentar evitar su aislamiento social y, en los casos necesarios, recomendarle una visita a un profesional de la salud mental. Evidentemente, si la depresión es secundaria a una causa concreta, también se puede intentar aconsejarle acerca de cómo resolverla.
¿Qué no debemos decir a una persona con depresión?
Lo peor que podemos hacer con una persona con depresión es decirle “¡Anímate!”. Es probable que lo digamos con la mejor intención del mundo, pero ese comentario, en la persona depresiva, es recibido como una censura a su comportamiento, como una crítica a su escasa capacidad de luchar contra su depresión. Esto puede incluso empeorar su estado emocional, ya que la persona con depresión puede interpretar que se le está echando en cara una supuesta debilidad personal y de carácter.
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