En los últimos años las intervenciones de bajo coste han tenido un auge, cada vez más surgen promociones que ofrecen cirugías low cost y que, en consecuencia, implican un riesgo para la salud del paciente. En este artículo la Dra. Ana Martínez Padilla, especialista en Cirugía plástica, estética y reparadora y directora médica y fundadora de Aurea Clinic, explica qué peligros conllevan estas cirugías, cómo se solucionan los problemas derivados, la tendencia del turismo estético y cómo saber si un doctor está cualificado.
¿Cuáles son las cirugías de bajo coste más habituales?
En España, sin duda, la operación más común es el aumento de pecho. Es una cirugía que tiene mucha demanda por lo que es relativamente fácil captar un volumen considerable de pacientes con promociones de bajo precio.
¿Qué peligros tienen estas cirugías low cost?
“Cualquier proceso quirúrgico, sin ser low cost, tiene una probabilidad de riesgo, que se incrementa muchísimo cuando se usan materiales de baja calidad o no homologados (las prótesis mamarias en este caso), se realizan por un equipo no profesional (un especialista o no especialista cualificado para estas cirugías”, comenta la Dra. Martínez Padilla. En este sentido, añade que debe realizarse por un cirujano plástico, estético y reparador formado vía MIR y en instalaciones debidamente equipadas.
Tras estas cirugías es corriente encontrar:
- Resultados pobres, insatisfactorios: por malas cicatrices o ausencia de comunicación entre el médico que realiza la intervención y el paciente.
- Contracturas capsulares: pueden darse por una contaminación de la prótesis al no seguir estrictamente los protocolos de esterilidad o usar material de baja calidad.
- Infecciones.
Por supuesto uno de los mayores riesgos asociados a estas prácticas low cost es la muerte del paciente o graves perjuicios para su salud.
¿Cómo se arreglan los problemas derivados de estas intervenciones low cost?
Según la Dra. Martínez Padilla, en la grandísima mayoría de los casos, hay que reoperar. Sin embargo, la cirugía secundaria no ofrece las mismas posibilidades de éxito que la cirugía primaria.
Además, al final el paciente paga el doble: lo que pagó la primera vez y lo que paga la segunda vez (que suele ser bastante más caro por la complejidad de las técnicas necesarias y la pericia que se requiere). Los resultados nunca son tan buenos como podrían haberlo sido en una cirugía primaria de calidad.
Las cirugías low cost pueden provocar contracturas capsulares, infecciones o resultados insatisfactorios
Actualmente, el turismo estético está en auge, ¿qué riesgos puede suponer?
El turismo estético en sí mismo no implica ningún riesgo. El peligro que se devenga del turismo estético radica en que, casi siempre, ese movimiento del paciente desde su lugar de origen hasta un destino concreto para realizarse una cirugía plástica se debe al abaratamiento del precio en un sitio determinado. Los estándares de calidad sanitarios también pueden ser inferiores en el país de destino que uno no conoce. El seguimiento postoperatorio no suele realizarse de manera fluida y adecuada, y esto es fundamental tras cualquier proceso quirúrgico.
En definitiva, nos encontramos con pacientes que viajan para operarse a lugares más baratos porque no tienen dinero para asumir el coste de ese proceso en el lugar en el que residen, y, por tanto, tampoco lo tienen después para asumir los costes de resolver una posible complicación a su vuelta. Suelen ser pacientes que, además, no son informados debidamente en su preoperatorio (es fundamental saber los riesgos asociados a cualquier cirugía para poder valorarlos en relación a sus potenciales beneficios) y no tienen un seguimiento de la evolución en el postoperatorio.
¿Cómo sé si el doctor es un profesional cualificado y acreditado?
“Debe consultarse en el colegio de médicos correspondiente a la comunidad autónoma a la que pertenezca”, aconseja la Dra. Ana Martínez Padilla. También se puede comprobar la pertenencia a sociedades científicas de especialistas que avalan la debida trayectoria.
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