6 formas de evitar que nuestros hijos sobreexpongan su imagen en las redes sociales

  • Irritabilidad, falta de aceptación, problemas de empatía o tristeza, sentimientos derivados del uso de las RRSS
  • 14 años, la edad recomendada para iniciarse en el uso de estos canales
  • Marcar límites, controlar de manera moderada, dar ejemplo o fomentar otras formas de ocio son algunos de los consejos para educar a los hijos en el uso correcto de las redes sociales

Barcelona, 9 de mayo de 2018.- Los últimos incidentes de suicidios de influencers han abierto el debate sobre el uso que los jóvenes hacen de las redes sociales y la imagen que proyectan en ellas. Aquellos que llegan a convertirse en ídolos sociales ‘trabajan’ en sus perfiles la imagen de una vida basada en un bienestar psicosocial que, mal gestionada, puede tener consecuencias en dos direcciones. La primera incide sobre los propios influencer, pues el sentirse expuestos de forma continuada puede desarrollar en ellos la necesidad de llevar una vida ‘real’ falseada y basada en la apariencia. Y la segunda, sobre sus fans, que reciben una imagen distorsionada y alejada de la realidad que, sin embargo, convierten en idílica y que, al intentar imitarla, genera en ellos sentimientos de frustración y tristeza con su propia vida.  Top Doctors® (www.topdoctors.es), de la mano de la psicóloga Raquel García Zubiaga, del centro INAE, repasan cuáles son los síntomas de una mala gestión de la propia imagen en los jóvens y cómo pueden los familiares hablarlo y tratarlo con ellos.

 

Irritabilidad, falta de aceptación, problemas de empatía… Cuando la vida depende de un ‘like’

 

Ningún adolescente está exento de ser víctima de la mala gestión de su propia imagen. “No tiene por qué haber un problema psicológico escondido tras esta acción”, asegura la doctora. La búsqueda de modelos en los que identificarse es un comportamiento común a lo largo de la historia, derivado de vivir en sociedad. “El problema surge cuando la necesidad de mostrar la intimidad en las redes sociales y de sobreexponerse para sentirse bien aumenta de forma continuada, haciendo depender tu felicidad de que te sigan o le guste a los demás lo que has publicado. Es como una adición más”. Según la doctora, esto puede desencadenar distorsión entre el ‘yo’ personal y el ‘yo’ que se decide mostrar, y puede llevar al adolescente a publicar contenidos inapropiados y más arriesgados que capten la atención de más seguidores. Las consecuencias: problemas de irritabilidad, falta de aceptación, carencia de empatía, tristeza o incluso de conducta o relacionales.

 

¿Cómo pueden los padres intervenir en el uso que los jóvenes hacen de su imagen en las RRSS?   

 

Según los expertos, es importante tener un papel activo en la educación en el uso de las RRSS de los niños desde edades tempranas. Para ello, los expertos de Top Doctors dan 6 consejos:

  • Marcar límites desde el diálogo. ‘Siempre’, ‘jamás’, ‘todo’ o ‘nada’, son expresiones demasiado contundentes que debemos evitar al marcar ciertos límites en el uso de estos canales si queremos evitar que los más jóvenes se sientan atacado. El consenso con ellos la hora de establecer los límites también es fundamental, y permitirá a los padres averiguar y analizar cuáles son sus demandas y necesidades más inmediatas.
  • Un control moderado. Una vez que se han pactado los límites, es importante llevar un seguimiento de las fotos publicadas, de los seguidores y de las personas a las que siguen, así como el tiempo que pasan conectados, ya que estos parámetros son los principales indicadores de la gestión y uso que hacen de las redes.
  • Enseñar dando ejemplo. Los padres son un espejo en el que los niños se miran, por ello es importante que vean en ellos cuál es el correcto manejo de las redes sociales. Si los padres se pasan horas en internet, o sobreexponen su vida y la de sus hijos, éstos repetirán la conducta.
  • Fomentar el ocio fuera de la tecnología. Debemos evitar que el niño sustituya ciertos aspectos de su vida cotidiana por el uso de las redes sociales. Es importante que los progenitores controlen que no se deja de lado áreas como los estudios por estar con el móvil, que deje de perder interés por actividades que anteriormente le gustaban etc. Por ello, los expertos recomiendan fomentar aficiones y otras actividades dentro de su educación exentas de tecnología desde bien pequeños.
  • No dejar de lado los valores fundamentales. La familia es la fuente de la que parten valores como la tolerancia, honestidad o la empatía. Si inculcamos esta enseñanza, será más fácil evitar y abordar los problemas derivados del uso de las redes sociales.
  • Trabajar de forma continua la autoestima. Reforzar la autoestima y la seguridad en uno mismo es fundamental para que las personas que exponen su vida en las redes sepan encajar mejor las posibles oscilaciones de influencia o las críticas.

Lo más importante es que los padres conduzcan a sus hijos en el correcto uso de estos canales a través de una comunicación entre ambas partes basada en el respeto, la empatía, el amor y la comprensión.

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