Tumores del Sistema Nervioso Central: ¿cómo se diagnostican?
Escrito por:¿Qué es un tumor cerebral?
El cerebro es la parte más voluminosa del encéfalo y forma parte del Sistema Nervioso Central. Se conocen más de 120 tipos de tumores primarios del Sistema Nervioso Central (SNC), que se pueden dividir principalmente entre:
- Tumores de bajo grado de malignidad
- Tumores de alto grado
Un tumor cerebral es una enfermedad en la cuál las células pertenecientes a los componentes cerebrales se multiplican de forma descontrolada.
Diagnóstico de un tumor cerebral
Para llegar al diagnóstico de un tumor cerebral se precisarán técnicas de imagen tales como:
- El TAC cerebral
- La resonancia magnética
La resonancia magnética con estudios de perfusión y la RM-espectroscópica aportarán más información acerca de la naturaleza del tumor y nos orientarán sobre su grado de malignidad.
- La tomografía por emisión de positrones (PET) contribuirá a diferenciar un tumor cerebral de lesiones intracraneales de otro tipo como por ejemplo, una radionecrosis inducida por un tratamiento de radioterapia.
- Las técnicas de biopsia mínimamente invasiva, como la biopsia esterotáxica, ayudarán a la confirmación histológica del tumor y nos informarán sobre el tipo del mismo y su grado de agresividad.
Síntomas de un tumor cerebral
Los tumores del Sistema Nervioso Central pueden asentar tanto en el cerebro como en la médula espinal, y en función de su localización provocarán la aparición de diferentes signos y síntomas.
Las manifestaciones de un tumor cerebral son:
- Parálisis de un miembro
- Pérdida del habla
- Crisis comicial
- Pérdida de visión
- Dolor de cabeza
- Vómitos
- Pérdida de conciencia
- Alteraciones del equilibrio
Factores de riesgo
Los factores de riesgo conocidos de un tumor cerebral incluyen:
- Antecedente de irradiación de la cabeza
- Tratamientos inmunosupresores
- Déficits en la inmunidad del paciente, como los producidos por la infección por el virus del SIDA.
Tratamiento para tumores cerebrales
En la mayor parte de tumores cerebrales y del Sistema Nervioso Central el objetivo primario será la extirpación completa de la lesión tumoral con el menor daño neurológico posible para el paciente.
Gracias a la información que aporta la resonancia funcional, que dibujará un “mapa” del cerebro, el neurocirujano puede conocer detalladamente la región que debe ser intervenida y qué áreas deben ser preservadas.
Una vez se decide el tipo de intervención a realizar y su extensión, instrumentos como el neuronavegador asistirán al cirujano para orientarle, con el máximo detalle, en las áreas cerebrales afectadas.
En muchos casos se requerirá la intervención de un oncólogo radioterapeuta con el fin de planificar las áreas cerebrales que deben ser irradiadas tras la intervención quirúrgica. También podrá considerar la indicación de técnicas de radiocirugía en áreas muy concretas del cerebro, en caso de que la lesión cumpla las características que dichas técnicas requieren.
Una vez más, es necesario un equipo multidisciplinar que estudie y planifique globalmente el tratamiento del tumor.
En cuanto al tratamiento sistémico, fármacos como la temozolomida, el CCNU, la vincristina y la procarbazina constituyen la base del arsenal terapéutico en los tumores del Sistema Nervioso Central del adulto. Otros fármacos como los antiangiogénicos, podrán ser también utilizados en determinados casos.
