Todo lo que debe saber sobre los meniscos

Escrito por: Dr. Emilio Juan García
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Editado por: Top Doctors®

Los meniscos son dos estructuras fibrocartilaginosas: una interna (medial) que tiene forma de C, y otra externa (lateral), cuya forma puede compararse a una O. Ambos están presentes en la rodilla y se pueden comparar con unos “aros de calamar”, casi circulares y de consistencia muy parecida, de sección triangular, con una parte superior cóncava y una parte inferior plana.

 

Cuál es la función del menisco

Su principal función es, según los expertos en Traumatologíareducir el contacto directo del fémur con la tibia, a fin de facilitar los movimientos de la articulación y evitar el desgaste que supondría una fricción directa de las superficies de ambos huesos, así como estabilizar la articulación y modificar los vectores de fuerza de la carga en la rodilla.

 

Esta forma en C-O y su sección triangular son fundamentales al actuar como una especie de almohadillas, resistentes pero no rígidas, brindando mejor congruencia a los huesos, de forma que se distribuyan las fuerzas y las presiones.

 

El menisco explicado “en la cocina”

Anteriormente, se han comparado con “aros de calamar”, y dado que los cóndilos femorales de la rodilla son convexos, ahora se van a comparar con un huevo. Como la meseta tibial es plana, será comparada con un plato. Así, podríamos imaginar los meniscos como un aro de calamar, que se coloca en un plato sobre el que se pone un huevo. En este ejemplo culinario, hay que añadir además el hecho de que la sección del menisco es triangular, con una superficie cóncava en su cara superior, y plana en su cara inferior, lo que aumenta la superficie de contacto tanto con la tibia (plana) como con el fémur(convexo), aumentando la estabilidad del sistema y disminuyendo la zona de contacto del cartílago hialino del cóndilo femoral sobre el de la tibia. Así, cuando aplicamos carga sobre el cóndilo femoral (al saltar por ejemplo), esa fuerza de impacto recae sobre los meniscos y se transforma el vector de fuerza hacia la periferia, disminuyendo la carga sobre el cóndilo femoral y la tibia.

 

Volviendo a la “cocina”: el huevo mantiene mejor el equilibrio sobre el calamar, hay menos zona de contacto del huevo directamente sobre el plato, disminuyendo los impactos y el descascarillado de las superficies. Al apretar el huevo contra el plato, el aro de calamar haría de almohadilla protectora amortiguando el impacto y evitando que se rompa la superficie del huevo o del plato.

 

La vascularización del menisco

El hecho de que sean estructuras cartilaginosas hace que la irrigación sanguínea sea muy escasa y por ese motivo la capacidad de cicatrización de los meniscos cuando se lesionan está muy reducida.

 

Por qué se rompen los meniscos

A pesar de que los meniscos sean unas estructuras fibrocartilaginosas, no rígidas y con relativa elasticidad, no es infrecuente que se lesionen. Un movimiento forzado violento o no de la rodilla, especialmente si la articulación se encuentra semiflexionada, puede provocar lesiones de distinto tipo: una desinserción, un desgarro o una rotura de los mismos. Esto se da con especial frecuencia en la práctica deportiva. Por ejemplo, cuando un deportista gira bruscamente mientras el pie continúa fijado al suelo, provoca un movimiento de rotación del fémur sobre la tibia con el menisco interpuesto entre ambos.

La función del menisco es facilitar el movimiento de la rodilla y evitar su desgaste.

Sin embargo, también puede ocurrir en cualquier situación de la vida cotidiana, como por ejemplo mientras caminamos por la calle y nos giramos por algo que nos llama la atención, o simplemente nos ponemos de cuclillas para atarnos los zapatos. Esto es así porque los meniscos no están fijos, sino que tienen cierta capacidad de moverse, desplazándose hacia delante y atrás para mantener una buena congruencia del fémur con la tibia.

 

La importancia de la cirugía de menisco

Además de ser un complejo estabilizador, los meniscos tienen una misión protectora de las superficies articulares, y con ello, una función protectora del cartílago que rodea el hueso.

 

Una rotura de un menisco supone una pérdida de las funciones del mismo en la zona donde se ha producido la rotura. Así, desaparece la capacidad de protección y de estabilización en esa zona, el cartílago articular queda desprotegido y se evoluciona hacia la artrosis.

 

Cirugía de rotura del menisco

La cirugía de la rotura del menisco se realiza por artroscopia, con 2 heridas milimétricas, anestesiando sólo la pierna. El alta clínica puede darse tras 4 o 5 horas después de la intervención, pudiendo el paciente andar sin muletas con dos posibilidades:

 

Sutura meniscal: se cose la rotura del menisco, y una vez cicatrizado, vuelve a conseguir nuevamente su funcionalidad íntegra. Debido a su caprichosa irrigación, solo determinados tipos de roturas meniscales se pueden coser con garantía suficiente.

 

Menisectomía parcial: se quita únicamente la parte de menisco roto, dejando todo el resto de menisco sano.

 

Por qué operarse del menisco

Hay muchos factores que influyen, entre ellos la edad del paciente que se lesiona, el grado de artrosis que tenga la rodilla, el dolor de la rotura, la aparición de episodios de bloqueos articulares…

 

En una persona mayor, la rotura del menisco se debe operar cuando no se alivian las molestias, a pesar de llevar 3 ó 4 meses de evolución con medidas conservadoras y tratamiento sintomático.

 

En el caso de que la rotura ocurriera en una persona joven, se debe intervenir siempre, ya que en el caso de que pudiera ser suturable, con el tiempo se puede transformar en no suturable, además la rotura podría aumentar de tamaño y si el fragmento roto es inestable, puede golpear en la flexo-extensión y la rotación contra el cartílago del fémur, aumentando la condropatía y el desgaste del cartílago hialino.

Por Dr. Emilio Juan García
Traumatología

El doctor Emilio Juan es un referente Nacional en cirugía de rodilla. En la actualidad compagina la práctica privada con la pública en el servicio de Traumatología del Hospital Clínico de Zaragoza, Unidad de Cirugía Reconstructiva de Rodilla. Además, es Director y Coordinador del Instituto Aragonés de la Rodilla (INAROD). Ha sido pionero en España en implantar prótesis de rodilla personalizadas. Ha publicado numerosos artículos, capítulos y libros completos sobre su especialidad. Regularmente colabora con el Diario Marca y el Heraldo de Aragón. Ha trabajado en diferentes proyectos de investigación, además de ser ponente en numerosos congresos. Es Traumatólogo responsable de la mayoría las federaciones deportivas de Aragón. Su continua actualización y formación y la aplicación de sus conocimientos y habilidades con sus pacientes le hacen un referente de primer nivel

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