Ronquidos en apnea del sueño

El ronquido se produce casi en un 20% de la población adulta, en la mayoría de casos hombres que han empezado a roncar en edad joven, desde la adolescencia. Está estrechamente relacionado con la apnea del sueño.

Existen una serie de características comunes en las personas que roncan, que podrían ser las siguientes: obstrucciones nasales, engrosamiento de úvula, paladar blando, amígdalas, o depósitos grasos en las paredes de las vías aéreas, típico de las personas obesas.

Si bien los ronquidos rara vez molestan al que los emite, para el que los escucha y comparte habitación, puede ser una experiencia dramática y desesperante.

Causas y remedios del ronquido

Si el ronquido empeora al dormir boca arriba, hay que evitar la posición. Igual que comidas que contienen sustancias que causan reacciones alérgicas. Otros factores como el aire seco puede irritar y en ocasiones inflamar la mucosa nasal, y hay que evitar en la medida de lo posible las bebidas alcohólicas y el tabaco, ya que hacen que provocan el ronquido.

La apnea del sueño

Las apneas suponen un cese transitorio de la respiración, aunque no deben confundirse con la parada cardiorrespiratoria, ya que el corazón continúa latiendo, y responden a un colapso total o casi total en el interior de la faringe. Si las apneas son muy frecuentes, la persona afectada permanecerá buena parte de la noche con concentraciones de oxígeno en sangre bajas.

Una de las consecuencias es la fragmentación del sueño, que provoca que la persona suela despertarse con la sensación de no haber descansado, con dolor de cabeza y sequedad en la boca. El resultado de esto es un aumento del riesgo de accidentes de tráfico o laborales, además de la aparición de cambios en el estado de ánimo, depresión, descenso del rendimiento o pérdida de la capacidad de concentración y memoria.

Diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño

La prueba esencial para el diagnóstico de la apnea del sueño es la denominada polisomnografía. En cuanto a su tratamiento, el mejor remedio es la prevención: pérdida de peso, no dormir sobre la espalda, realizar ejercicio físico, etc.

Encontramos también las medidas quirúrgicas para los casos más severos. El tipo de operación dependerá del lugar y la importancia de las anomalías encontradas. Si se halla en vías nasales, se puede realizar una corrección del tabique nasal o una resección de pólipos. Por otro lado, resulta más común la resección del paladar blando.