¿Qué es la ecocardiografía fetal?
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¿En qué consiste una ecocardiografía fetal?
Los ecocardiógrafos de alta resolución actuales nos permiten visualizar y examinar las estructuras cardiacas, permitiendo el diagnóstico precoz de ciertas alteraciones congénitas con importantes implicaciones fisiopatológicas, lo cual nos permite abrir la posibilidad de planificar la forma y el momento más adecuados para el parto y así proporcionar un tratamiento precoz al recién nacido. La técnica en sí consiste en la realización de una ecografía centrada en el corazón mediante la aplicación de ultrasonidos, siendo por tanto inocuo tanto para la madre como para el feto.
¿Para qué sirve una ecocardiografía fetal?
Las malformaciones congénitas representan la principal causa de mortalidad neonatal, siendo de entre éstas las cardiopatías congénitas las más frecuentes, llegando a afectar a uno de cada 100 recién nacidos. La ecocardiografía fetal también nos permite detectar arritmias o alteraciones del ritmo cardiaco en el feto.
Ya en el año 2004 el Comité Pediátrico de la Sociedad Americana de Ecocardiografía y la Asociación Europea de Cardiología Pediátrica establecieron las recomendaciones y guías para su realización.
¿En qué momento se recomienda que se realice una ecocardiografía fetal?
Aunque puede realizarse de forma más precoz, la primera visita suele realizarse entre las 18 y 20 semanas de edad gestacional. Según la patología detectada en el caso de que hubiera alguna patología se programarían las siguientes visitas, siendo inicialmente semanal en los casos de alteraciones del ritmo.
Suele programarse también de forma rutinaria un control entre la semana 29 y 32. En determinados grupos de riesgo (como las gestantes diabéticas, o las alteraciones del ritmo transitorias) este control de tercer trimestre debería realizarse de forma protocolizada.
¿Qué patologías se pueden detectar gracias a la ecocardiografía fetal?
De forma global podríamos decir que nos permite detectar alteraciones anatómicas de las estructuras cardiacas (cardiopatía congénita) y alteraciones del ritmo o arritmias fetales. También nos permite hacer una valoración hemodinámica del feto, pudiendo detectarse alteraciones de la misma.
¿En qué casos se lleva a cabo?
Existen diversas controversias sobre el establecimiento de grupos de riesgo y de técnicas de screening por ecografía obstétrica habitual para cardiopatías congénitas o arritmias fetales. En general, podemos establecer cuatro grandes grupos de indicaciones para realizar la ecocardiografía fetal:
- Indicaciones fetales: como puede ser la presencia de alguna malformación anatómica extracardiaca, alteración del cariotipo, pliegue nucal aumentado, embarazo múltiple (al menos los monocoriales), hidrops de causa no inmune, oligo/polihidramnios, retraso de crecimiento intrauterino, e incluso podría plantearse en los casos de fecundación in vitro, independientemente del número de fetos.
- Indicaciones maternas: por presencia de cardiopatía congénita en la madre, ingesta de drogas o fármacos de riesgo (alcohol, indometacina, antihipertensivos, anticonvulsivantes, litio, ácido retinoico), infección congénita, enfermedades metabólicas maternas como la diabetes o la fenilcetonuria, u la presencia de otras enfermedades como hipertensión arterial, lupus eritematoso, Sjögren, o madres portadoras de autoanticuerpos anti-Ro y/o anti-La.
- Indicaciones familiares: antecedente de cardiopatía congénita en hijo anterior o familiar de primer grado, miocardiopatía familiar, o síndromes o enfermedades hereditarias como el síndrome de Marfan o la esclerosis tuberosa.
- Indicaciones Obstétricas: por diagnóstico o sospecha en la gestación actual de cardiopatía congénita, arritmia fetal o alteración hemodinámica del feto. También estaría indicada en los casos en los que no pueda obtenerse la imagen básica cardiaca en el estudio rutinario
En el caso de detectarse alguna anomalía, ¿cuál es el siguiente paso?
Ante el diagnóstico de un feto con cardiopatía se dará un pronóstico, junto a los datos aportados por los estudios obstétricos generales y, en su caso, a los estudios genéticos, suministrando el Cardiólogo Infantil la información sobre el pronóstico y el manejo de la cardiopatía. El conocimiento de la existencia de una cardiopatía en el feto, requiere un seguimiento específico por cardiólogos infantiles experimentados en Cardiología fetal, y un asesoramiento mutuo entre obstetras y cardiólogos.
Con esta idea surgen los distintos programas de Cardiología Fetal, para intentar dar respuestas precoces a las familias que tuvieron un hijo anterior con cardiopatía o a determinados grupos de riesgo, orientar tratamientos en el caso de las alteraciones del ritmo cuando sean necesarios, asesorar con criterios actuales ante la toma de decisiones en los casos de cardiopatías severas, y aportar un tipo de asistencia cada vez más demandada en las sociedades avanzada.
Si desea más información, consulte a un especialista en Cardiología infantil.