¿Por qué es tan común el dolor de espalda?

Escrito por: Dra. María José Mayorga Buiza
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

El dolor de espalda, sobre todo en la zona lumbar y también en la cervical, es una de las causas más comunes de dolor. De hecho, es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Un 92% de las personas lo padecen en algún momento de su vida. Y un 10% reconocen que el dolor lumbar es el más frecuente.

 

La columna desempeña un papel fundamental en casi todos los movimientos cotidianos y es fundamental para la bipedestación, es decir, estar de pie. Cuando padeces dolor de espalda esto lo entiendes a la perfección.

 

Siempre es fundamental investigar la causa del dolor, por lo que el papel de tu médico en el diagnóstico y tratamiento es fundamental, ya que no siempre puede tratarse con medicamentos sin receta y es muy fácil que se cronifique. Esto además puede llevar a un abuso de fármacos del que, a veces, es difícil salir sin ayuda experta.

 

El dolor de espalda es la principal causa de discapacidad en todo el mundo

 

¿Se puede clasificar en tipos?

Puede ser agudo o crónico. El dolor agudo es el que dura menos de tres meses y se cura en un margen de tiempo prudencial. Al contrario, el dolor crónico es continuo o recurrente y dura tres meses o más, prologándose más allá del periodo de curación razonable. Se suele clasificar también según el área que afecta.

 

Tiene causas que van desde malformaciones, lesiones y desgastes de las estructuras de la columna vertebral, como los huesos, los discos o las articulaciones, al mal funcionamiento de la musculatura de la espalda, o a otras causas más raras hoy en día como las infecciones, enfermedades renales o digestivas, enfermedad reumática, o disfunciones o alteraciones del sistema nervioso (lo que conocemos como dolor neuropático) y, excepcionalmente, tumores. Dependiendo de su causa, se clasifica como dolor de espalda mecánico, dolor de espalda inflamatorio o dolor de espalda neuropático.

 

¿Cuáles son los síntomas iniciales del dolor de espalda?

Cuando te duele la espalda puedes experimentar una sensación de hormigueo o ardor, acompañada de un dolor sordo o agudo. Los problemas de espalda también pueden reflejarse como dolor o debilidad en otras partes del cuerpo, entre ellas las piernas, caderas o plantas de los pies y, más raramente pero que debe de alertarnos, problemas para la micción o estreñimiento. La compresión en casos de compresiones de los nervios o tumores podemos encontrarnos síntomas mas generales como cansancio, pérdida de peso o depresión.

 

¿Existe alguna forma de prevenirlo?

Algunos cambios sencillos en el estilo de vida y ejercicios pueden prevenirlo y aliviarlo y es el primer paso. La pérdida de peso es fundamental si tenemos sobrepeso y, por supuesto, es esencial evitar una inactividad prolongada y mantener un nivel mínimo de ejercicio. 

 

¿Cómo se trata el dolor de espalda?

Es recomendable consultar con el médico cuando el paciente tenga los siguientes síntomas:

  • Adormecimiento o cosquilleo en la espalda o extremidades
  • Dolor intenso que no se alivia con descanso
  • Dolor resultante de una caída o lesión
  • Dolor en la noche y con el reposo
  • Dolor acompañado de uno de los siguientes problemas: dificultad para orinar, debilidad, fiebre, pérdida de peso sin estar a dieta

 

El tratamiento para el dolor de espalda dependerá del tipo de dolor que padezca.

 

¿De qué manera puede ayudarme un especialista en dolor?

Una Unidad del Dolor, y los especialistas que las llevamos, son unidades especializadas en el manejo y tratamiento de todo tipo de cuadros dolorosos complejos, especialmente aquellos resistentes a tratamiento convencional, o en casos de pacientes especiales que no toleren esos tratamientos o precisen fármacos o técnicas especiales de tratamiento.

 

Muchas veces las infiltraciones locales pueden aliviar el dolor y evitar tratamientos prolongados con fármacos. En otras ocasiones, estas infiltraciones son técnicas de prueba para identificar la causa del dolor e indicar técnicas avanzadas no quirúrgicas.

 

En otros casos, pueden evitar cirugías más complejas, invasivas y dolorosas mejorando lo suficiente la calidad de vida.

 

Y finalmente, cuando no hay otras opciones curativas podemos acompañarle para reducir al mínimo las molestias y darle la mejor calidad de vida.

Por Dra. María José Mayorga Buiza
Unidad del Dolor

M. José Mayorga Buiza MD, PhD es especialista en Anestesiología y Reanimación y Terapéutica del Dolor en Sevilla. Es Profesora en la Universidad de Sevilla en las facultades de Medicina y Odontología.

Es responsable de Investigación del Bloque Quirúrgico Materno-Infantil del Hospital Univ. Virgen del Rocío desde el año 2013 y actualmente coordina el Grupo de Investigación de Neurociencias Aplicadas perteneciente al IBIS. Forma parte del Grupo de Física Interdisciplinar de la Universidad de Sevilla.

En 2010 recibió el título de Doctora por la Universidad de Sevilla, con mención “CUM LAUDE” por unanimidad del tribunal. Desde hace 12 años investiga en Neuroanestesia y durante los últimos 8 años se ha centrado particularmente en Neuroanestesia Infantil y Dolor (adultos y pediátrico) generando publicaciones en revistas del primer cuartil en su área. Fue responsable del área de dolor del Hospital Infanta Elena (Huelva).

Compagina su labor profesional, docente e investigadora con la maternidad de gemelos.

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