Los tratamientos más demandados en estética dental: carillas dentales, ¿qué son y para qué sirven?

Las carillas dentales constituyen, sin duda, una importante parte de la estética dental. Concretamente, son un tipo de restauraciones mínimamente invasivas que consisten en unas finas láminas de porcelana u otros materiales altamente estéticos que se colocan en las caras vestibulares de los dientes mediante cementos adhesivos.

En algunos casos, hay que reducir ligeramente esas caras frontales de los dientes a tratar para que el cambio estético sea más notorio. Mediante el tratamiento de carillas, podemos cambiar el color, forma e incluso leves malposiciones de nuestros dientes. Además, constituye un tratamiento conservador dado que la cantidad de diente natural que hay que reducir es mínima comparada con otros tipos de restauraciones, como por ejemplo las coronas totales.

¿Qué diferencias hay entre las carillas de porcelana y las de composite?

La principal diferencia radica en la técnica de confección. El Dr. Esteban Padullés Gaspar, odontólogo y experto en estética dental, aclara que mientras las carillas de porcelana requieren un procesado de laboratorio para su elaboración, las de composite se pueden hacer en el mismo gabinete dental. Por ese motivo, las carillas de composite son también denominadas carillas directas o de técnica directa, mientras que las de porcelana son indirectas (técnica indirecta), ya que son necesarias un mínimo de dos visitas para su confección.

Por otro lado, las carillas de porcelana requieren de cemento adhesivo para poder colocarse en la boca, mientras que las de composite se pueden realizar directamente en boca mediante un procedimiento similar al de una obturación dental, y en una sola visita.

En cuanto al acabado y resultado final, las carillas de porcelana suelen dar resultados más estéticos y duraderos, aunque siempre dependerán del ceramista. Sin embargo, las de composite pueden proporcionar resultados excelentes con buenas técnicas de pulido, pero son más susceptibles a deteriorarse y oscurecerse con el tiempo. Así pues, para mantener un óptimo aspecto, las carillas de composite requieren sesiones periódicas de pulido, cosa que las de porcelana no.

¿Cuánto tiempo duran las carillas de composite?

Respecto a la durabilidad, las carillas de composite tienen un tiempo de vida inferior a la de las de cerámica, aunque con el uso de resinas estéticas de calidad y un buen acabado y pulido pueden durar más de 10 años.  En cualquier caso, es probable que, pese al buen uso y mantenimiento, las carillas de composite requieran de un eventual recambio por unas nuevas.

Principales ventajas

Las principales ventajas de las carillas de composite son su reparabilidad y versatilidad. Al ser confeccionadas en el gabinete, directamente en boca, el profesional tiene la opción de realizar correcciones o variaciones a petición del paciente y en tiempo real.

Además, en caso de fractura o deterioro, pueden ser reparadas con facilidad y en la misma consulta, mientras que, si hay una pequeña fractura en una carilla de porcelana, esta deberá de ser reemplazada por otra nueva, sin posibilidad de reparación. 

Recomendaciones para mantenerlas en buen estado

Tanto en carillas de composite como en porcelana, debemos tener en cuenta que no se trata de restauraciones de dientes naturales y que, pese a la alta resistencia de los materiales, son igual o más susceptibles a romperse si se usan para morder alimentos muy duros o cuerpos no alimenticios, tales como uñas, abrir botellas, etc.

Dicho esto, un correcto cepillado y un consumo moderado y responsable de ciertas sustancias (café, té, vino tinto, o refrescos de cola) y, por supuesto, la supresión del consumo de tabaco, bastarían para mantener el color inicial más tiempo y evitar su deterioro. Dicho esto, tal y como ya hemos mencionado anteriormente, pueden realizarse pulidos periódicos por parte del profesional para un óptimo mantenimiento.