La importancia de ser asertivos
La asertividad es la habilidad para expresar nuestros deseos, creencias, sentimientos, emociones, opiniones, gustos, preferencias y puntos de vista de una manera no agresiva, sino socialmente aceptable.
¿Por qué es importante ser asertivos? ¿Qué beneficios tiene la asertividad?
Además de ayudarte a expresarte de forma eficaz y defender tu punto de vista, ser asertivo también te puede ayudar a aumentar tu autoestima y a ganarte el respeto de los demás.
La comunicación asertiva es una forma de expresar lo que se piensa o quiere de manera clara y respetuosa, considerando la existencia de otros puntos de vista y sin ser agresivo o pasivo.
Mediante dicha asertividad conseguimos:
- Mejorar la capacidad de expresión e imagen social
- Fomenta el respeto por las otras personas y hacia nosotros mismos
- Facilita la comunicación y soluciona conflictos
- Aumenta el amor propio y la dignidad
- Te hace más fuerte
¿Es algo que se pueda aprender?
La asertividad es un comportamiento que se puede aprender y mejorar.
Se trata de una forma consciente de comunicar tus sentimientos sin dejarte llevar por las emociones, y se sustenta sobre la autoestima y confianza en ti mismo.
Expresar tus verdaderos sentimientos y defender tus derechos puede ser maravillosamente reconfortante. Cuando dices lo que quieres, independientemente de si lo consigues o no, logras vivir de forma más auténtica y feliz.
¿Nos puede dar una serie de consejos para aprender a ser más asertivos?
- Reemplaza tus pensamientos negativos: Es clave que sustituyas los pensamiento negativos que te surgen cuando haces valer tus derechos. Evita pensar cosas como “Soy un mal amigo por no dejarle dinero a mi colega” y cámbialo por una visión más positiva y personal como “Merezco que me respeten y no puedo dejarle dinero a alguien que nunca me lo ha devuelto”.
- Comprende que la gente no puede leerte la mente: Si quieres que la gente tenga en cuenta tus deseos y necesidades deberás empezar por expresarlas claramente.
- Defiende «tu» verdad, no «la» verdad: Una verdad que nunca te podrá ser negada es cómo te sientes. Nadie podrá discutirte si estás contento, triste o enfadado, porque sólo tú conoces tus sentimientos.
- Recuerda tu objetivo pase lo que pase: Para ser asertivo no debes exponer tan sólo las situaciones, también debes dejar muy claro lo que quieres.
- Sé siempre lo más concreto que puedas: Recuerda en todo momento cuál es tu objetivo, por muy tensa que se ponga la conversación, y sé cuánto más específico mejor. Sólo de esta forma podrás defender realmente tus necesidades.
- Haz referencia a los hechos y no a tus juicios: Así lograrás que tu comunicación sea mucho más precisa y que la gente no se sienta agredida ni juzgada antes de empezar a tratar con el problema.
- Añade motivos a lo que pides: Siempre que proporciones motivos concretos, tanto al pedir algo como al negarte, conseguirás que tu mensaje sea mucho más convincente y menos agresivo.
- Habla desde «ti» y no desde «tú»: Hablar desde ti expresando lo que sientes, crees y opinas en lugar de lo que hace la otra persona conseguirá que tus mensajes sean mucho mejor aceptados.
- Contagia tus emociones: Describir con precisión tus emociones te ayudará a que la gente empatice más contigo y se muestre más receptiva a tus peticiones.
- Reduce tu ansiedad con el lenguaje corporal: Cuando quieras ser asertivo no te encojas ni empequeñezcas tu postura. Mantén una postura corporal firme y calmada, sin mostrar debilidad a tu interlocutor ni, sobre todo, a ti mismo.
¿Qué pasa cuando una persona no es asertiva?
Cuando una persona no es asertiva, se generan pensamientos y conductas no constructivas que conllevan sentimientos negativos para nosotros mismos y para con los demás:
- Falta de confianza en uno mismo
- Sensación de que no le hacen caso (no le tienen en cuenta)
- Reducción de la posibilidad de satisfacer las necesidades o de que sean atendidas las opiniones, por falta de comunicación
- Sentimientos de ser incomprendido, manipulado
- Sentimientos de culpa, ansiedad, depresión y baja autoestima
- Desarrollo de trastornos psicosomáticos (dolores de cabeza, úlceras…) por la no expresión de sentimientos.
- Estallidos de molestia o ira incontrolada por aguante de situaciones no resueltas
- Sentimientos de ira por parte de las otras personas, por tener constantemente que leerle el pensamiento o actuar por él
- Relaciones poco duraderas e insatisfactorias