Discopatía degenerativa: consejos para fortalecer la espalda y aliviar los síntomas

La discopatía degenerativa es una afección común que afecta a la columna vertebral y se caracteriza por el desgaste gradual de los discos intervertebrales. Estos discos, que actúan como amortiguadores entre las vértebras, pueden deteriorarse con el paso del tiempo debido al envejecimiento, lesiones o malos hábitos posturales.
 

A medida que envejecemos, los discos pueden perder su elasticidad y capacidad de absorber los impactos, lo que deriva en un desgaste progresivo.

¿Qué síntomas tiene la discopatía degenerativa?

Los síntomas de la discopatía degenerativa pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad de los cambios degenerativos. Los signos de alerta más comunes incluyen:
 

• Dolor crónico en la espalda baja o en el cuello.
• Rigidez y pérdida de flexibilidad en la columna vertebral.
• Sensación de debilidad o entumecimiento en las extremidades.
• Dolor que empeora al estar sentado, levantar objetos pesados o realizar movimientos repetitivos.
• Dolor que mejora al cambiar de posición o al caminar.
   

¿La discopatía degenerativa es reversible o puede detenerse su progresión?

En general, la discopatía degenerativa es una condición crónica y no se considera reversible. Sin embargo, se pueden tomar medidas para frenar o detener su progresión. El tratamiento temprano y adecuado, junto con cambios en el estilo de vida, puede ayudar a aliviar los síntomas y prevenir una mayor degeneración.
 

¿Qué opciones de tratamiento existen para la discopatía degenerativa?

El tratamiento de la discopatía degenerativa puede variar según la gravedad de los síntomas y la respuesta de cada paciente. Las principales medidas son:
 

• Manejo conservador: puede incluir terapia física, medicamentos para el dolor, terapia de calor o frío, ejercicios de fortalecimiento muscular y cambios en el estilo de vida, como mantener una postura adecuada y evitar actividades que causen dolor.
• Inyecciones epidurales: se pueden administrar inyecciones de corticosteroides en el espacio epidural para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
• Cirugía: se considera una intervención quirúrgica cuando los síntomas son severos y no mejoran con otros tratamientos. Los procedimientos pueden incluir discectomía, laminectomía o fusión espinal, dependiendo de la situación específica.
   

¿Qué papel tiene el ejercicio físico en el manejo de la discopatía degenerativa?

La actividad física desempeña un papel crucial en el manejo de esta patología. El ejercicio regular puede fortalecer los músculos que rodean la columna vertebral, mejorar su flexibilidad y reducir el dolor.
 

Se recomienda un enfoque equilibrado que incluya ejercicios de fortalecimiento, como la musculación y el yoga, así como ejercicios cardiovasculares de bajo impacto, como caminar o nadar. También, es importante trabajar en estrecha colaboración con un profesional de la salud para desarrollar un programa de ejercicio adaptado a las necesidades individuales y evitar movimientos que puedan agravar los síntomas.
 

¿Podemos adoptar medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar discopatía degenerativa?

Aunque la discopatía degenerativa puede ser parte del proceso de envejecimiento, el especialista en Traumatología puede aconsejar tomar estas medidas preventivas para prevenir el riesgo de padecerla:
 

• Mantener una buena postura: evitar encorvarse y mantener una postura adecuada al sentarse, pararse y levantar objetos pesados.
• Realizar ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad: mantener los músculos y ligamentos de la columna vertebral fuertes y flexibles con el objetivo de ayudar a proteger los discos.
• Evitar el sedentarismo: el ejercicio regular y mantenerse físicamente activo contribuye a mantener la salud de la columna vertebral y prevenir la degeneración discal.
• Cuidado al levantar objetos pesados: utilizar técnicas adecuadas de levantamiento y evitar cargar objetos pesados de manera incorrecta.
• Mantener un peso saludable: el exceso de peso puede ejercer presión adicional en los discos, aumentando el riesgo de degeneración.