Consejos para el bruxismo
Escrito por:El bruxismo es el hábito involuntario de chirriar o apretar con fuerza los dientes cuando se está en sueño profundo. Es un hábito difícil de identificar, ya que sucede durante el sueño. Normalmente los pacientes comienzan a notar una molestia en la mandíbula, un leve dolor muscular, debido a la presión que se ejerce por el bruxismo. Se estima que es 300 veces mayor que la que se utiliza al masticar.
El síntoma más evidente del bruxismo es el desgaste de las piezas dentales, pero se empieza a notar con el paso del tiempo. El otro síntoma es los dolores de cabeza.
Esta patología suele afectar a las personas entre 20 y 40 años de edad. Se estima que puede llegar a afectar a 7 de cada 10 personas, por lo que es una condición más común de lo que se cree.
Existen diferentes tipos de bruxismo:
- Bruxismo primario
- Bruxismo secundario
- Por medicamentos
- Por estupefacientes
- Bruxismo del sueño
- Bruxismo despierto
- Bruxismo combinado
El tratamiento para el bruxismo
Una vez identificado el problema, se siguen ciertas pautas y recomendaciones para solventar el bruxismo:
- Bruxismo leve: En este caso su odontólogo le recomendará reducir el estrés, una de las causas principales de esta condición.
- Bruxismo grave: En este caso se recurre al uso de las férulas de descarga.
La férula de descarga es una funda de plástico o de resina acrílica hecha a medida de la boca del paciente, principalmente para evitar el desgaste continuo de los dientes a causa del bruxismo. Su forma es muy parecida a las que se usan como tratamiento de retención después de los tratamientos de ortodoncia.
Los pacientes deben usar la férula durante los momentos del día o de la noche en que más hagan el gesto de chirriar o apretar la dentadura. Esto evitará el gravísimo problema del desgaste dental y los dolores musculares en la mandíbula por apretar con demasiada fuerza.
Consejos para la limpieza y mantenimiento de una férula de descarga
Para la limpieza de la férula se recomienda usar un pequeño cepillo de cerdas suaves que permita limpiar los espacios más pequeños, pero que a su vez no dañe el material de la férula.
Lo ideal es ir haciendo movimientos circulares y ligeros para retirar la suciedad. Sumergir la férula en un recipiente con agua mientras se frota cuidadosamente puede ayudar a que la limpieza sea más efectiva, pero no se recomienda dejar la férula de remojo durante mucho tiempo.
También se puede utilizar un jabón neutro, que ya de por sí ayuda a obtener muy buenos resultados, pero también existen pastillas efervescentes de limpieza específica para la limpieza de férulas.