Cirugía para corregir la miopía: beneficios y riesgos

Escrito por:

Dr. Luis Salvà Ladaria

Oftalmólogo

Publicado el: 23/06/2021
Editado por: Margarita Marquès


Existen diferentes técnicas de cirugía refractiva para acabar con la miopía. Dependiendo de las características únicas de cada ojo y de las necesidades de cada paciente, el especialista decidirá qué procedimiento es el más adecuado en cada caso particular.

 

Entre las técnicas láser para la corrección de la miopía, las cuales permiten modificar la curvatura de la córnea mediante láser Excimer, encontramos la técnica Lasik que está indicada en pacientes con buen espesor de córnea, sin antecedentes de ojo seco y sin enfermedades previas de la córnea; y la técnica Femtolasik, idónea para pacientes con la córnea fina, muy curva o excesivamente plana.

 

En aquellos casos en los que el paciente tiene escaso grosor corneal o una alta graduación se puede recurrir a la implantación de lentes intraoculares para compensar la curvatura de la córnea y eliminar la dependencia de gafas y lentillas. Estas lentes pueden ser fáquicas, es decir, que se colocan entre el cristalino y el iris (indicadas para pacientes menores de 40-45 años) o pseudofáquicas, las cuales se colocan en sustitución del cristalino (indicadas para pacientes de más de 40-45 años).

 

La cirugía de miopía permite despreocuparse de gafas y lentillas 

 

¿En cuáles no está indicada?

Con todas estas posibilidades, la mayoría de los pacientes son candidatos aptos para la cirugía refractiva. Aunque sí existen una serie de requisitos para poder operarse:

Ser mayor de 18 años. Tener una buena salud ocular más allá del defecto refractivo (no sufrir ojo seco, conjuntivitis, lesiones, etc.). Visión estable, con una graduación constante desde los últimos 12 meses. Córnea óptima, con suficiente grosor. Estar en el rango de dioptrías adecuado, que son bastante amplios e incluyen a más del 90% de los pacientes, incluidas las graduaciones altas y muy altas.

 

En cualquier caso, será el especialista el que determinará, tras un exhaustivo estudio preoperatorio, si la cirugía refractiva está indicada y la técnica más adecuada en cada caso.

 

¿Qué beneficios tiene esta intervención para el paciente?

Esta intervención permite eliminar la dependencia de gafas y lentillas de forma rápida e indolora. Esto supone, además de un beneficio estético para muchos pacientes, una serie de ventajas a nivel funcional. Desde deportistas que ya no tienen que escoger entre comodidad y visión, hasta profesionales que, por su tipo de trabajo, no tienen compatibilidad con gafas ni lentillas y que pueden despedirse de ellas gracias a la cirugía refractiva.

 

En definitiva, permite despreocuparse de gafas (si se rallan, se pierden, se caen, se empañan, etc.) y de lentillas (de su mantenimiento, su higiene, su colocación y retirada, etc.).

 

¿Qué riesgos tiene?

La cirugía refractiva es eficaz, segura y mínimamente invasiva, lo cual supone una rápida y óptima recuperación para el paciente. En medicina siempre pueden existir riesgos o complicaciones, en este caso, generalmente relacionados con posibles infecciones.

 

Sin embargo, estadísticamente son muy poco frecuentes ya que se toman toda una serie de medidas para evitarlas. En cualquier caso, será el cirujano el que informará de los beneficios y riesgos de la cirugía tras realizar el estudio preoperatorio personalizado.

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