Autoconcepto: ¿qué tan bien te entrenaron para quererte?

Vemos a diario a mujeres que no se sienten bien con su imagen. Se autocastigan continuamente y entran en competición con otras mujeres para autoafirmarse en algo que, en realidad, no son.

Cómo mejorar el autoconcepto

Como psicóloga, te invito a que tomes una cartulina blanca y te dibujes. No hace falta que sea un gran dibujo, con trazar tu silueta es suficiente. Pinta de color rojo las zonas que no te gustan de ti, y de verde las que sí te gustan, o en los colores que prefieras.

Después busca un espacio tranquilo para hacer una breve visualización. Puedes encender una velita o quemar un incienso y, si quieres, acompáñate de una música relajante.

Con los ojos cerrados visualiza la imagen que has dibujado durante unos minutos. Déjatela sentir, observa qué sensaciones te provoca. Esa mujer que aparece delante tuyo con las marcas rojas se va haciendo, poco a poco, más joven hasta llegar a los 16 años. Párate ahí y observa si esas marcas rojas siguen. Observa a tu adolescente, cómo la ves. Mírala a los ojos y sostén su mirada.

Ahora síguete haciendo más pequeña, hasta la edad de 7 años. Observa si esa niña tiene esas marcas rojas. Y observa, en su mirada, si sigues sintiendo todo lo que no te gusta de ella.

En cualquier caso, tanto en la adolescente como en la niña, es interesante que sepas que ambas son bellas tal y como son. Ahora le vas a decir a esa niña: te veo, existes, eres única.

Ahora imagina que las marcas rojas son pintura que otra persona ha impregnado en ti. Esas marcas no son de nacimiento: son manchas que otros han pintado en tu cuerpo.

¿Quieres seguir con estas creencias sobre tu imagen para siempre o decides que, a partir de ahora, vas a pintar tu vida y a ti misma de los colores que te apetezcan y con los que mejor te sientas?