Funcionamiento del balón gástrico: un enfoque integral

El balón gástrico es un procedimiento médico que implica la inserción de un globo de silicona en el estómago, seguido de su inflado con suero fisiológico. Esto reduce la capacidad gástrica y genera una sensación de saciedad. Esta técnica, altamente efectiva para la pérdida de peso en un corto período, ofrece una alternativa menos invasiva a la cirugía.

En este artículo, profundizaremos en cómo funciona el balón gástrico y en qué consiste su tratamiento completo, porque va más allá de la simple inserción del balón.

Colocación del balón y respuesta del cuerpo

Una vez colocado en el estómago, el balón gástrico se infla con suero fisiológico, adaptándolo al grado de obesidad del paciente y a las expectativas de pérdida de peso. Flotando libremente en el estómago sin llegar al intestino, reduce significativamente la capacidad de ingestión, generando una sensación de saciedad que reduce el apetito.

Esta primera fase implica la adaptación del cuerpo al balón, que puede provocar náuseas y vómitos durante dos o tres días. Se recomienda una dieta líquida en esta etapa para facilitar la adaptación al nuevo estado gástrico.

La importancia de la hidratación

Mantener una hidratación adecuada es fundamental para el funcionamiento óptimo del organismo. Después de la colocación del dispositivo, es necesario seguir pautas específicas para asegurar una hidratación equilibrada. Se recomienda empezar con pequeños sorbos de agua el primer día y aumentar gradualmente la ingesta en los días siguientes hasta alcanzar un nivel adecuado de hidratación.

Programa integral de salud: nutrición y bienestar psicológico

La inserción del balón gástrico representa solo una parte del proceso completo. Es esencial combinar el procedimiento con un programa integral que abarque tanto el apoyo nutricional como el psicológico. Este enfoque multidisciplinario de reeducación alimentaria comienza con visitas regulares, donde el paciente recibe atención médica, orientación nutricional y apoyo emocional.

En algunos casos específicos, también se pueden realizar tratamientos estéticos corporales para adaptar la piel al nuevo volumen y abordar áreas de grasa localizada.

Estudios médicos han demostrado que aquellos que participan en un programa completo de adelgazamiento que incorpora el balón gástrico no solo pierden más peso en comparación con aquellos que siguen solo un régimen, sino que también mantienen esta pérdida de peso durante un período más prolongado.

Esto no solo implica una transformación física, sino también un cambio en el estilo de vida. Sin embargo, para que esto se materialice, es crucial la cooperación del paciente, quien debe ser receptivo y seguir las indicaciones de los profesionales de manera constante.

Duración del tratamiento: cuatro, seis o doce meses

El balón gástrico no implica un compromiso de por vida, sino que tiene una duración específica que varía según el tipo de balón elegido. En términos generales, se ofrecen tres opciones de duración: cuatro, seis o doce meses. Los balones gástricos introducidos mediante endoscopia pueden durar seis o doce meses, lo que brinda un período más amplio para lograr una pérdida de peso efectiva en comparación con los balones ingeribles, que permanecen en el estómago solo durante cuatro meses.

Aunque los balones introducidos por endoscopia pueden parecer similares en apariencia, el balón de doce meses tiene una construcción más robusta, con un mayor número de capas y una densidad de silicona superior. Esta diferencia en la fabricación permite una duración más prolongada del tratamiento.

Es importante tener en cuenta que, al finalizar su vida útil, un balón intragástrico endoscópico requiere un procedimiento de extracción mediante otra endoscopia, mientras que el balón ingerible se disuelve de forma natural y se elimina a través de las heces, sin necesidad de intervención adicional.