Prueba de cáncer de colon para Cáncer

El análisis puede identificar pólipos y cánceres cuando se encuentran en etapa inicial, dentro del intestino grueso. Es decir, es capaz de diagnosticar el cáncer antes de que se desarrolle o disemine, lo cual es fundamental porque el cáncer colorrectal es una de las causas principales de muerte por cáncer. Si bien la mayoría de los pólipos son benignos, es decir no cancerosos, si no se extirpan, pueden convertirse en cáncer.

Existen varios exámenes que se pueden realizar para determinar si existe o no este tipo de cáncer. Los análisis se realizan solamente si el paciente no presenta síntomas intestinales. Si tiene molestias como dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales, estreñimientos, sangrado o diarrea, se pueden realizar otro tipo de test para abordar el diagnóstico.

Hay diferentes formas para detectar el cáncer de colon:

• Examen coprológico

Cuando existen pólipos o cáncer suele haber sangre en las heces, aunque no es fácil de observar a simple vista. Esta técnica examina las deposiciones en búsqueda de sangre. El más común es el examen de sangre oculta en las heces (FOBT), que evalúa el excremento mediante una reacción química.  
Además, existen la prueba de inmunoquímica fecal, que se realiza mediante la proteína de la hemoglobina humana que se encuentra en los glóbulos rojos, y la prueba de ADN en heces, que identifica ciertas secciones anormales de ADN provenientes de células de pólipos o cáncer.
 

• Sigmoidoscopia

Se realiza mediante un endoscopio que observa la parte inferior del colon. Esta prueba puede pasar por alto algunos cánceres, ya que solo puede evaluar el último tercio del intestino grueso.
 

• Colonoscopia

Es similar a la anterior, pero permite analizar todo el colon. Para realizar una colonoscopia se recibe medicación para relajarlo y sedarlo. Se introduce un colonoscopio a través del recto hasta el colon. Además, a través del colonoscopio, se pueden colocar instrumentos especiales para realizar una muestra o biopsia y extirpar cualquier área sospechosa.
 

• Endoscopia por cápsula

Es una técnica en la que se utiliza una cámara inalámbrica muy pequeña que va tomando imágenes de vídeo en el tubo digestivo. A medida que la cápsula, del tamaño de una vitamina, pasa por el tubo digestivo, va tomando imágenes que se transmiten a un grabador.
De esta manera, el profesional puede evaluar el interior del intestino delgado y descubrir las posibles causas de una hemorragia gastrointestinal, diagnosticar enfermedades inflamatorias, cáncer, celiaquía o pólipos.

El Instituto Nacional del Cáncer recomienda realizar este tipo de pruebas periódicamente a partir de los 50 años y la Sociedad Americana contra el Cáncer aconseja hacerlo desde los 45 años.

Además, es posible que los especialistas recomienden realizar alguna de estos exámenes en edades más tempranas, debido a la presencia de determinados factores de riesgo:

• Antecedentes familiares con este tipo de cáncer
• Antecedentes de pólipos en el colon o recto
• Historia clínica de cáncer de ovarios
• Enfermedad inflamatoria intestinal: colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn

En general, los exámenes de detección del cáncer de colon suelen requerir ciertas pautas de preparación: evitar la ingesta de alimentos sólidos el día previo a la realización del test, ajustar la medicación del paciente y tomar un laxante o usar enemas para vaciar adecuadamente el colon. 

Este tipo de pruebas puede arrojar resultados normales, aunque exista cáncer colorrectal. Es decir, existen los falsos negativos, pero también los falsos positivos.

En el caso de la prueba de sangre oculta en heces o prueba de ADN pueden presentar resultados anormales y no implica necesariamente que el paciente tenga cáncer. En ese caso, el profesional de la salud indicará la necesidad de realizar otro tipo de examen, como una colonoscopia.

En el caso de la colonoscopia, los resultados anormales implican generalmente que se encontraron pólipos o tejido anormal en el colon o recto. Si bien la mayoría no son cancerosos, se deberán extirpar para que no se conviertan posteriormente en cáncer.

Por último, los resultados de la sigmoidoscopia están relacionados también con la existencia de pólipos colorrectales o de tejido anormal, que normalmente se pueden eliminar.