Una lesión deportiva es aquella que se produce como consecuencia de la práctica de alguna actividad deportiva y, generalmente, afecta al aparato locomotor.

Las lesiones son de dos tipos: agudas y crónicas. En las lesiones agudas hay un mecanismo traumático por accidente, por caída, por golpe, etc. En estas lesiones hay un momento claro que se identifica con el origen de la lesión. Son lesiones agudas los traumatismos, los esguinces, las fracturas, las roturas de fibras musculares, por poner algunos ejemplos. Les lesiones crónicas son el otro tipo de lesiones deportivas.

Las lesiones deportivas crónicas

Las lesiones deportivas crónicas se producen por la repetición de los gestos deportivos o porque existe una gran utilización de una zona corporal por un mecanismo de sobrecarga. Se producen porque la repetición de los gestos tiene efectos negativos sobre la zona afectada cuando ésta no se puede recuperar adecuadamente del esfuerzo al que se la somete. Son ejemplos de lesiones las tendinitis, las fascitis, por citar algunas. Muchas veces tienen su origen en una mala planificación del entrenamiento, en la utilización de materiales inadecuados, en la realización de una mala técnica (por ejemplo el saque en el tenis) o en la presencia de algún factor predisponente (por ejemplo, una diferencia de longitud de las piernas, o la presencia de un pie plano).

¿Cómo se trata una lesión crónica?

Inicialmente hay que realizar una fase tratamiento agudo para disminuir las molestias iniciales y para ello, en términos generales, se usa medicación, técnicas de fisioterapia y de rehabilitación y reposo relativo. No obstante, el tratamiento a largo plazo requiere un estudio de todos los factores que pueden haber participado en el origen de la lesión para poder modificarlos y que no mantengan las circunstancias que mantienen la lesión crónica.

¿Cuáles son las lesiones deportivas más frecuentes?

En general, depende del deporte practicado y de si el deporte es de contacto (como el fútbol, baloncesto, balonmano, deportes de combate…) o no, pero como la mayoría de deportes se realizan de pie, las lesiones más frecuentes se producen en las extremidades inferiores.

Se puede decir que las lesiones más frecuentes son los esguinces (lesiones que afectan a los ligamentos) de tobillo, las roturas de fibras musculares en piernas (gemelos) y en el muslo (cuádriceps e isquiotibiales), las roturas de ligamento cruzado anterior en la rodilla y las contusiones. Menos frecuentes son las fracturas y las roturas de menisco. Entre las lesiones crónicas, son frecuentes las tendinopatías del tendón rotuliano y del tendón de Aquiles, la condropatía/condromalacia de la rótula, la osteopatía de pubis, la epicondilitis (codo de tenista), la fascitis plantar.

Prevención de las lesiones deportivas

La prevención de la lesión depende del tipo de lesión. En las lesiones agudas se deben extremar las medidas de protección (uso de protectores como casco, espinilleras, etc.), seguir las normas del deporte, evitar las situaciones de alto riesgo (terreno irregular y resbaladizo, por ejemplo) y evitar situaciones de violencia.

En las lesiones crónicas, ya se ha explicado anteriormente que siempre hay que realizar un reconocimiento médico-deportivo previo a la práctica de deporte, entrenamiento correcto, calentamiento y vuelta a la calma, realización de estiramientos, hidratación y alimentación adecuadas, no utilizar sustancias dopantes ni ayudas ergogénicas sin prescripción médica, realizar los descansos adecuados en el entrenamiento y entre los entrenamientos y realizar una actividad deportiva acorde a las posibilidades de cada uno.

Para más información, consultar a un especialista en Medicina del Deporte.