La relación entre el Running y el estado de ánimo
Escrito por:En situaciones de decaimiento o malestar la autoestima puede verse afectada, por lo que el ejercicio físico ayuda a recuperar un buen estado de ánimo, sobre todo si se trata de una actividad aeróbica de más de 30 minutos. Según la Dra. Neus García Guerra, especialista en Psicología, la práctica deportiva tiene efectos beneficiosos en los pacientes que sufren patologías como la ansiedad o que están siendo tratados mediante una terapia psicológica.
El Instituto Nacional Americano de la Salud Mental indicó que el ejercicio reduce la ansiedad, disminuye la depresión moderada, mejora el bienestar emocional y aumenta la energía. Además de aliviar la tensión, favorecer la concentración y producir una sensación de optimismo producida por algunas hormonas como:
- Serotonina: se incrementa tras el ejercicio físico y produce una sensación de calma disminuyendo el estado depresivo y permite conciliar mejor el sueño.
- Dopamina: permite experimentar una sensación placentera tras el ejercicio reduciendo otras fuentes de placer menos saludables como los dulces o las drogas.
- Endorfinas: aportan una sensación de felicidad, alegría y euforia reduciendo la ansiedad y el estrés.
Cómo desarrollar los entrenamientos
Es preciso que al realizar una actividad física con el objetivo de la liberación mental la concentración en dicho ejercicio sea máxima para poder optimizar sus efectos. Para ello, se recomienda pensar en las necesidades de uno mismo, preparar la actividad la noche anterior e irse a dormir con la idea clara de cómo se realizará.
Antes de salir es importante ocupar la mente con los preparativos del material necesario y, al salir a correr o realizar la actividad en cuestión, focalizar la concentración en la respiración y alejar la mente de las preocupaciones. También puede ayudar imaginarse cómo el cuerpo se desenvuelve; pensar en la pisada, en el balanceo de los brazos y observar el cuerpo en general.
Mente positiva tras la actividad física
La clave no solo reside en focalizar la atención al realizar una actividad física, sino en superarse a uno mismo, comprobar cómo se gana resistencia a medida que se practica y ponerse retos realistas y progresivos para sentir cómo se alcanzan las metas.
Los cambios en el aspecto físico también son una buena fuente de autoestima, puesto que al realizar ejercicio aquellos pacientes con depresión o ansiedad se ven mejor, en buena forma y así aumentan sus pensamientos positivos.
Otras actividades que pueden ayudar a parte del Running pueden ser andar, ir en bicicleta o nadar. El ejercicio en general es un buen aliado de la terapia psicológica.