La alteración de las funciones ejecutivas en el TDAH

Escrito por: Dra. María Ángeles Idiazábal Alecha
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

Uno de los síntomas más frecuentes en los niños y adultos que están afectados por Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es la alteración de las funciones ejecutivas.

 

Son habituales los casos de niños que no son
capaces de realizar una serie de pautas de forma organizada

 

Las funciones ejecutivas comprenden un conjunto de procesos que permiten realizar conductas orientadas a un fin, es decir, que permiten controlar la conducta propia. De esta manera, las funciones ejecutivas incluyen todas las capacidades mentales esenciales para realizar una conducta eficaz.

 

Cuando en el día a día queremos realizar una acción, las funciones ejecutivas se encargan de planificar los actos, organizando la conducta y permitiendo así que podamos realizar varias cosas a la vez.

 

De esta manera, impiden que nos desviemos del objetivo final con distractores externos para que nos adaptemos a las diferentes situaciones en caso de que se produzcan contratiempos.

 

Las funciones ejecutivas en la vida diaria

Las funciones ejecutivas son las que permiten que las personas planifiquemos cada día, a través de la ejecución de una serie de pasos que realizamos de forma más o menos ordenada y eficaz (despertarnos, preparar el desayuno, escoger la ropa, lavarse los dientes…).

 

En cualquier caso, si en algún momento, uno de estos pasos falla, tenemos facilidad para adaptarnos de forma rápida a la nueva circunstancia.

 

Las funciones ejecutivas en el TDAH

Las funciones ejecutivas se ven afectadas en muchas patologías, como en el TDAH. En el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad esta afectación es muy frecuente.

 

De hecho, son habituales los casos de niños que no son capaces de prepararse la mochila, se entretienen, no escuchan, no entienden cuando se les habla, se olvidan las cosas, pierden objetos, pierden el tiempo o llegan tarde, entre otras.

 

En la gran mayoría de los casos, la exploración neuropsicológica es útil para ofrecer un perfil en el que las funciones ejecutivas se ven afectadas. En la vida diaria, esto se traduce en una incapacidad para organizarse, planificar, prever consecuencias, mantener mucha información a la vez en la mente y adaptarse a nuevas circunstancias con facilidad.

 

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

Ante un caso de TDAH en el que las funciones ejecutivas se ven afectadas, es importante que adaptemos nuestros comportamientos a las características de la persona que padece TDAH. Al menos hasta que consiga autorregular sus conductas a través de una serie de técnicas. De esta manera, es posible contrarrestar los efectos de un déficit en las funciones ejecutivas.

 

Por otro lado, es recomendable seguir una serie de pautas, como las siguientes:

  • Ayudarles en la organización de su vida diaria
  • Señalar cada paso que den para realizar una tarea
  • Enseñarles a planificar el tiempo necesario para hacer determinadas actividades
  • No darles muchas órdenes al mismo tiempo, porque no pueden retenerlas todas a la vez
  • Darles órdenes de una en una, de manera clara
  • Retirar distractores que puedan alterar su atención o que puedan desviarles de su objetivo final
  • Enseñarles a tomar alternativas cuando surjan inconvenientes
  • Ser pacientes y comprensibles
*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dra. María Ángeles Idiazábal Alecha
Нейрофизиология

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