Periimplantitis: la importancia de la colocación de implantes por expertos, la higiene bucal y las revisiones periódicas

La periimplantitis es un problema global que afecta, aproximadamente, a 2 de cada 10 pacientes portadores de implantes. Se trata de una patología inflamatoria provocada por una infección principalmente bacteriana que guía a la pérdida de hueso conjuntamente con inflamación de la mucosa peri-implantar.

Es la principal causa que compromete la longevidad de los implantes dentales. Un dato interesante de esta patología es que se trata de una enfermedad a sitio específico. Es decir, en un paciente portador de varios implantes la enfermedad suele desarrollarse en aquellos que comparten algunas características locales.

Por ejemplo, se ha demostrado que aproximadamente el 80% de las periimplantitis se asocian a prótesis con acceso inadecuado en la realización de higiene diaria en casa. Curiosamente, se ha destacado que la patología ocurre mucho más frecuentemente en implantes colocados por manos inexpertas. Igualmente, durante la fase preoperatoria debe de realizarse una evaluación minuciosa de las características de los tejidos blandos.

Otro elemento interesante es que la mayoría de las periimplantitis que se diagnostican en el día a día en la clínica por los odontólogos son defectos óseos que carecen de tabla vestibular. En efecto, la posición del implante en relación a la tabla vestibular alveolar, así como las características de ésta han demostrado influir en los resultados estéticos y funcionales a largo plazo.

¿Qué tratamiento se debe iniciar en estos casos?

Por ello, es necesario un plan de diagnóstico exhaustivo utilizando métodos radiográficos tridimensionales y clínicos para poder manejar la situación con la implementación con frecuencia de técnicas regenerativas de hueso y de encía.

Por supuesto, la experiencia y el conocimiento del clínico marcará la diferencia entre salud y enfermedad a corto y largo plazo.

Por último, pero no menos importante, un elemento fundamental será el cumplimiento de los pacientes con los mantenimientos periódicos. Los implantes, al igual que los dientes, tienen tendencia a acumular bacterias. Son necesarias, como mínimo, dos visitas anuales para el mantenimiento y monitorización en la prevención de la periimplantitis. El número de visitas será dictado por el especialista en base al perfil de riesgo del paciente.