El verano es un buen momento para reflexionar y pasar tiempo con uno mismo
Autore:Estamos en pleno verano y, con ello, las posibles vacaciones. Sin embargo, según afirma el Dr. López Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Psiquiatría Privada (ASEPP): “las personas activas o con trabajos estresantes tienen ciertas dificultades para desconectar de sus actividades laborales”.
Por eso es recomendable que, en vacaciones, la persona se active. No es bueno hacer cambios bruscos. El objetivo de las vacaciones es descansar el cuerpo y la mente. Un cambio en el ritmo que llevamos diariamente, en la actividad y, si es posible, cambiar de escenario, ayudará a tener tiempo y espacio para poder hacer todo aquello que no hacemos en nuestro día a día.
Etapas de las vacaciones: fase para restablecerse y fase lúdica
Para conseguir lo anterior es recomendable establecer dos etapas en las vacaciones:
- Una primera fase enfocada a restablecernos físicamente. Para ello debemos adquirir un sueño reparador, una alimentación adecuada y hacer ejercicio.
- Una segunda fase más lúdica, dejando atrás los horarios que llevamos durante el resto del año, sin teléfono móvil ni e-mails que responder, sin presiones autoimpuestas, sin “tenemos” o “debemos”. De esta manera podremos dedicarnos tiempo a nosotros mismos, practicando el sabio ejercicio de “Il dolce far niente…”.
Tener momentos de reflexión y dedicación a uno mismo durante las vacaciones
Es importante disponer de nuestros propios espacios durante las vacaciones, de nuestro tiempo. Durante el curso nos dedicamos al trabajo, a la pareja, a la familia, a los niños… ¿y nosotros? Los especialistas en Psicología aseguran que las vacaciones pueden ser un momento de reflexión para reconducir temas y problemas personales.
Cada vez podemos estar menos solos con nosotros mismos. Pasamos el día conectados a móviles, iPads, ordenadores… En vacaciones podemos dejar de lado eso para pensar, escuchar música, pasear solos, disfrutar del silencio y, por qué no, de nosotros mismos.
Estamos en una era donde el recogimiento y la soledad quedan totalmente relegados a un segundo plano. ¿Por qué se diagnostican tantos trastornos de ansiedad? Quizás los factores ya citados serían buenos antídotos.
¿Es durante las vacaciones cuando nos enfrentamos a la paz y la tranquilidad, para reconducir nuestras vidas? Podría ser. La reflexión y los espacios físico-temporales para estar con nosotros mismos son muy importantes.
Tanto si vamos lejos o cerca, hayamos terminado etapas o iniciemos otras, el verano puede ser un feliz reconstituyente donde sepamos tener nuestros momentos personales.