Dificultades para quedar embarazada: ¿influye nuestro estilo de vida?

En el contexto de cambio de época que estamos viviendo, en la que la conectividad entre individuos es cada vez más rápida y vasta, la propia existencia nos impone la necesidad de disponer de información veraz y fundamentada en el conocimiento profundo de nuestras posibilidades en todos los aspectos que influyen en nuestro bienestar, ya sean biológicos, psicológicos, sociales o políticos.

Es por eso que la medicina, como ciencia fundamental con el objetivo de garantizar el bienestar y la salud de los seres humanos, debe, inequívocamente, enfocar sus procesos de estudio con una perspectiva holística y funcional. Esto es, balanceando adecuadamente todos los aspectos que influyen en la vida humana, y no solamente los más deterministas como hasta ahora en que se ha observado la salud como un privilegio de los exentos de predisposición genética y la enfermedad como un fenómeno sobrevenido sin capacidad de cambio, más que con la intervención farmacológica.

Un ejemplo de la necesidad de este enfoque es la incorporación del concepto de esterilidad social, como fenómeno cada día más presente en nuestras consultas con especialistas en Ginecología y Obstetricia.

¿Qué es la esterilidad social?

La esterilidad social hace referencia a la incapacidad para conseguir reproducirse de manera espontánea y tener un embarazo exitoso, no siendo debido a problemas clínicos determinantes como infecciones, alteraciones genéticas o congénitas, si no a circunstancias derivadas de aspectos ineludibles a vida humana como los hábitos de vida: alimentación, actividad física, aspectos psicosociales, aspectos económicos, contextos sociopolíticos y de diversidad de identidad u orientación sexual.

Algunos de estos factores condicionantes de esterilidad son modificables y otros no lo son. Sobre los no modificables deberán intervenir poderes políticos y legislativos con un criterio inclusivo e igualitario para que todas las personas podamos acceder a los mismos derechos reproductivos.

Sobre los modificables es la medicina quien, en gran parte, debe de focalizar y dirigir esfuerzos en ofrecer estrategias para mejorar la función reproductiva de las personas.

 

Factores que influyen en la esterilidad social

En este sentido, los factores modificables más determinantes en los problemas de fertilidad están relacionados con factores ambientales y estilo de vida desfavorable marcado por el sedentarismo, el estrés y la falta de descanso, así como por las dietas poco equilibradas, con excesivo azúcar y basadas en alimentos procesados y químicos, exceso de alcohol o el consumo de tabaco y otros tóxicos.

Cada vez existe más evidencia sobre la relación directa de todos estos factores con una hiperrespuesta del sistema immunológico, la inflamación y el envejecimiento celular, como fenómenos esenciales en los problemas reproductivos que observamos en la actualidad.

¿Cómo impacta la edad en la esterilidad social?

También en las últimas décadas venimos asistiendo a un retraso progresivo de la edad de maternidad/ paternidad por motivos laborales, sociales y económicos y esto también ha colaborado en incrementar notablemente la incidencia de esterilidad e infertilidad. Ciertamente debemos ser conscientes de ello e informar a nuestras usuarias y usuarios de que la edad es uno de los factores no modificables relacionado con la esterilidad y la infertilidad por cuestión de ineludible de envejecimiento celular, pero además hay que advertir de que los factores ambientales descritos anteriormente precipitan el empeoramiento de la calidad tanto ovocitaria como espermática, además de inducir un ambiente molecular inadecuado para una correcta implantación y crecimiento embrionarios, tanto en procesos de búsqueda de embarazo natural como mediante técnicas de reproducción asistida.

La edad, -a partir de los 35 años-, y los hábitos de vida, -y dentro de ellos los alimentarios como eje principal-, son especialmente críticos para las personas -mayoritariamente mujeres-, que producen ovocitos y que van a gestar.

No obstante, la calidad celular como factor esencial para una correcta fecundación e implantación embrionarias, es tan determinante para los óvulos como para los espermatozoides, con lo que debemos informar que la responsabilidad debe de ser compartida con las parejas, sobre todo si son las que aportaran el otro gameto necesario para la fecundación.