¿Cuándo es necesario extraer una pieza dental? La endodoncia, el tratamiento más recomendado

La extracción de una pieza dental se puede llevar a cabo por diferentes motivos. Principalmente, encontramos casos en los que el diente o molar tiene un compromiso estructural muy importante. Nos referimos, por ejemplo, a que una lesión de caries no ha sido tratada, y ha avanzado provocando ese daño estructural.

Otro motivo, es la enfermedad periodontal no controlada que daña los tejidos que rodean el diente, provocando un grado de movilidad dentaria que imposibilita el mantenimiento de la pieza a largo plazo.

En el caso específico de las muelas del juicio, su extracción se aconseja para evitar problemas secundarios asociados a su erupción y con frecuencia se combina con un tratamiento de ortodoncia para aumentar el espacio de la arcada dentaria y lograr una correcta oclusión.

¿Cómo se puede evitar perder piezas dentales?

La prevención es la base de la salud oral. Según datos de la última Encuesta de Salud Oral publicada en España, menos de la mitad de la población acudió al dentista para una revisión en el último año.

Así que para beneficiarse de los tratamientos preventivos y evitar llegar al punto de perder diente o molar, resulta esencial llevar unas cuidadosas rutinas diarias de higiene bucodental en casa y acudir con regularidad a las revisiones con el dentista para un diagnóstico precoz.

¿En qué consiste la endodoncia?

La endodoncia, o tratamiento de conductos radiculares, es un procedimiento conservador que consiste en la eliminación del tejido pulpar (nervio) inflamado o infectado, mejorando la sintomatología de dolor del paciente, y el posterior sellado tridimensional del sistema de conductos radiculares, favoreciendo la resolución de la infección y el mantenimiento del diente o molar.

El procedimiento es indoloro porque se aplica anestesia local en la zona a tratar. Una vez que se consigue una adecuada analgesia para el paciente, se coloca un dique de goma (pequeño campo quirúrgico) que aísla el diente o molar del resto de dientes de la arcada.

Se limpia la caries, que suele ser la causa más habitual, y se accede al interior del diente o molar con una pequeña perforación. A continuación, se realiza una preparación biomecánica de las paredes de la raíz para el posterior sellado.

Una vez finalizada la endodoncia, es fundamental realizar el tratamiento conservador de la corona clínica del diente para evitar filtraciones bacterianas y recuperar la completa funcionalidad estética y masticatoria.

¿Cómo sé si necesito hacerme una endodoncia?

Depende del umbral de dolor de cada uno, pero principalmente el paciente acude con cierta sensibilidad a estímulos masticatorios o térmicos, con dolor agudo localizado o irradiado, o bien refiere haber padecido algún episodio de dolor en el pasado que necesito de tratamiento analgésico pero que no tuvo tratamiento dental.

¿En qué casos el paciente no puede realizarse una endodoncia?

No existe ninguna contraindicación médica del paciente para realizar un tratamiento de conductos.

Únicamente no puede realizarse en los casos en los que está indicado realizar la extracción dentaria en los supuestos que ya hemos comentado.

¿Es necesario hacerme una endodoncia si voy a llevar una corona o funda encima?

No, únicamente está indicado un tratamiento de conductos cuando no existe suficiente tejido dental para la colocación de una corona y es necesario algún elemento de retención intrarradicular (también llamado poste) junto con una reconstrucción para aumentar la superficie de adhesión a la corona y evitar que ésta se descemente, lo que ocasiona bastante incomodidad al paciente.

Si el tejido pulpar está sano, no es necesario realizar una endodoncia previa a la colocación de una corona.