COVID 19 y lactancia: preguntas frecuentes

¿Debo dar el pecho a mi bebé si tengo o he tenido COVID-19?

En el momento actual existe suficiente evidencia que la transmisión de madres infectadas con SARS-CoV-2 en el embarazo a sus recién nacidos es muy limitada.
 

Se han documentado algunos casos de transmisión vertical (madre a hijo) tanto en partos por cesárea como por vía vaginal, pero se trata de casos anecdóticos. Los datos indican que la transmisión postparto es probablemente la más frecuente en casos en los que la madre sea positiva.
 

Se ha detectado el virus en leche materna pero no se han podido cultivar por lo que la leche materna no sería una fuente de infección para los lactantes.

¿Qué precauciones debo tener en cuenta a la hora de hacerlo?

Los anteriores datos sustentan la recomendación que las madres con infección activa pero escasamente sintomáticas pueden dar el pecho si así lo desean. Deben, no obstante, utilizar mascarilla y seguir las restantes medidas higiénicas, para evitar el contagio por vía aérea.
 

En los casos en los que la madre presente un cuadro clínico más severo con afectación de su estado general que impida la lactancia materna directa, su recién nacido puede ser amamantado con leche materna extraida con sacaleches.

¿No sería más seguro extraer la leche de las mamas o darle otro tipo de leche? ¿La leche materna evita el contagio del SARS-CoV-2 entonces?

Un reciente estudio publicado en la revista iScience (octubre 2020) señala que se han detectado anticuerpos en la leche materna de madres que habían pasado una infección por COVID-19 y madres donantes de leche materna con sospecha de COVID-19 ya pasada. Por el momento se desconoce el grado de protección que confieren estos anticuerpos.

1. Toda madre que haya pasado una infección por COVID-19 puede dar el pecho si así lo desea. Si ya no es contagiosa no debe tomar ninguna precaución específica.
2. Si una madre es contagiosa en el momento del parto o durante toda la lactancia, puede dar el pecho, pero deberá utilizar mascarilla y seguir las normas de higiene de manos para minimizar el riesgo de contagio.
3. La extracción de leche no es necesaria ni recomendable a menos que la madre no quiera o no pueda amamantar de forma directa.
4. Existen datos que sugieren que la leche materna de madres que ya han pasado la infección tiene anticuerpos específicos que podrían ser protectores para el lactante.