¿Cómo tratar el síndrome del túnel carpiano?
Autore:El síndrome del túnel carpiano es una dolencia que ocurre cuando se realiza una presión forzosa sobre el nervio mediano, el encargado de posibilitar los correctos movimientos y de dotar de sensibilidad a las manos.
¿Cuáles son los síntomas del túnel carpiano?
Generalmente, el síndrome del túnel carpiano se manifiesta con las siguientes sensaciones, algunas durante la noche. Los síntomas más comunes son:
- Adormecimiento de los dedos o las manos.
- Debilidad en las manos.
- Dolores en la muñeca y los antebrazos, con sensaciones que discurren desde los brazos hasta los hombros.
Causas del túnel carpiano
Diversos especialistas apuntan que las causas son muy diversas. Sin embargo, hay un componente genético hereditario que hace que determinadas personas tengan unos túneles carpianos más pequeños o más débiles.
El dolor en el túnel carpiano se asocia a patologías como la diabetes, la artritis reumatoide, la acromegalia, el hipotiroidismo, las alteraciones hormonales durante el embarazo y la lactancia materna o puede estar vinculado a tratamientos de esteroides y estrógenos.
A quién les aparece con más frecuencia es a las personas de edad media y está relacionado con el uso de las manos durante la vida profesional. Por ello, comúnmente se habla de este síndrome como una enfermedad profesional, ya que hay algunas herramientas de trabajo que exponen más las manos y se realizan posiciones forzadas o maniobras repetitivas.
¿Existe un tratamiento para el túnel carpiano?
Existen diferentes tratamientos. Se recetan medicamentos corticoesteroides o antiinflamatorios para aliviar el dolor, férulas para entablillar la muñeca e inmovilizarla durante la noche, evitando así el entumecimiento y el hormigueo y diferentes soluciones de cirugía.
La electrólisis percutánea intratisular EPI®, combinada con la Neuromodulación Percutánea Ecoguiada, es otro tratamiento sin cirugía del túnel carpiano propio de la fisioterapia invasiva. Consiste en aplicar una corriente en el lugar exacto de la lesión mediante una aguja muy fina con la ayuda de un ecógrafo. La corriente activa un proceso antiinflamatorio en el tejido dañado que provoca la regeneración del área afectada y normaliza la alteración de los tejidos y su funcionalidad.
Otro tratamiento que se puede realizar es una electrólisis percutánea y la neuromodulación. Esta consta de 4 sesiones acompañadas de otras técnicas de fisioterapia y de ejercicios dinámicos.
En caso de operación, el objetivo es mitigar la presión de los nervios mediante el corte de los ligamentos que los presionan mediante cirugía abierta de tipo tradicional y cirugía endoscópica. El postoperatorio se puede alargar durante meses y, en un elevado porcentaje de casos, la fisioterapia invasiva evita la cirugía.
