Adicciones: comprendiendo los factores que contribuyen a su desarrollo y cómo afrontarlas

Las adicciones se consideran un trastorno mental de tipo comportamental. A su vez, se dividen en dos: adicción comportamental con sustancia, es decir, debido al consumo de drogas, o bien, adicción comportamental sin sustancia, la cual englobaría la adicción al sexo, juegos de apuesta, videojuegos y compras.

Para el diagnóstico de una adicción comportamental con o sin sustancia, los profesionales del ámbito tienen en cuenta varios síntomas y criterios:

• Pérdida de control: la persona consume cantidades mayores o dedica cada vez más tiempo a esta actividad, incluso cuando hay un deseo por detener o reducir el uso que realiza.
• Conflictos personales y con el entorno: los conflictos personales (intrapsíquicos) aparecen cuando hay un intento de dejar o reducir esta actividad sin éxito. Los conflictos con el entorno surgen ante la incapacidad de no poder cumplir con sus obligaciones (trabajo, hogar, etc.), por la pérdida de interés en la familia, amistades o bien, ante la reducción o abandono de tareas asociadas con el ocio y el tiempo libre.
• Uso riesgoso: el consumo de la sustancia le lleva a realizar conductas de riesgo, como, por ejemplo, conducción bajo los efectos de alguna sustancia. Asimismo, no deja de consumir incluso en situaciones que lo requieren (por la toma de algún medicamento tipo antibiótico, estar enfermo/a, etc.).
• Síntomas farmacológicos: la persona presenta tolerancia progresiva y malestar físico y/o mental cuando no puede efectuar la conducta.

El desarrollo de esta enfermedad es multifactorial, es decir, depende de la interacción de varios factores de riesgo. Por un lado, están los factores ambientales, los cuales predisponen al inicio del consumo de drogas. Por ejemplo, la normalización del consumo en el entorno familiar o entre el grupo de iguales.

Otros factores a mencionar serían los de tipo psicológico. Las personas con tendencia a la impulsividad, introversión, agresividad y/o con dificultades para la gestión de las emociones presentan más vulnerabilidad a desarrollar dependencia a sustancias psicoactivas. Además, la comorbilidad con otras enfermedades mentales está muy presente en el TCS. El trastorno por déficit de atención (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP), los trastornos de ansiedad son los que presentan mayor comorbilidad y los trastornos afectivos, como la depresión mayor y distimia.

Finalmente, se hallan los factores genéticos, como puede ser el síndrome de déficit de recompensa.

Es importante que, ante cualquier duda, se visite a un especialista en Psicología.

Factores psicológicos que pueden contribuir al desarrollo de una adicción

La persona que presenta adicción o consumos de alto riesgo tiende a buscar, a través de la sustancia o la conducta, el alivio del malestar. Por tanto, evitar pensar o vivir situaciones desagradables, incómodas o generadores de alto malestar pueden ser factores que perpetúan la conducta adictiva.

¿Qué tipos de adicciones son más comunes y cómo afectan a nivel psicológico?

A nivel de consumo de drogas, en España el alcohol es la droga más consumida, seguida del tabaco y el cannabis. La demanda de tratamiento de adicción al alcohol suele ser la más extendida. Al ser una droga legal para personas mayores de 18 años, es una sustancia muy complicada para deshabituación, dado que el consumo es muy extendido y aceptado socialmente y suele ir acompañado de una muy baja percepción de riesgo.

Por tanto, suele ser muy común la dificultad para hacer la renuncia al consumo de alcohol y a los planes sociales con entornos festivos y de consumo. Tiende a ir acompañado de sentimiento de soledad, vacío y frustración.

Estrategias psicológicas para tratar las adicciones

La terapia más extendida y estudiada en el campo de las adicciones es la terapia cognitivo-conductual. Sin embargo, cada vez se está incorporando más en las intervenciones el modelo integrador, que incorpora técnicas y estrategias clínicas de diferentes vertientes de la psicología para poder hacer una atención holística y adaptada al proceso de cada paciente.

Además, marca la diferencia si se realiza la intervención a través de la Entrevista Motivacional, para poder centrar la atención en el proceso de cada persona y avanzar desde las motivaciones de cada persona.

¿Cómo puede la psicología ayudar a los pacientes a superar las recaídas?

Es importante tener en cuenta que las recaídas forman parte del proceso de recuperación, por tanto, si se consiguen reconducir son una fuente de información crucial para seguir avanzando en el proceso terapéutico.

Consejos para aquellos pacientes interesados en buscar ayuda

Primero de todo intentar no juzgarse por las experiencias vividas y la situación en la que se encuentran. También poder estar abiertos a la experiencia y dejarse acompañar. Es cierto que se abrirán heridas y el proceso puede ser muy doloroso, así que crear un vínculo de confianza y seguro con la profesional facilitará poder sanar y reparar esas heridas.