Transición y feminización de la voz
Escrito por:A muchas de las mujeres que se encuentran en plena transición les preocupa su voz ya que suele ser un gran enemigo a la hora de llevar a cabo interacciones sociales. Por ello, es importante entender que no existe únicamente un momento para feminizar tu voz; cada persona debe de hacer el cambio vocal a su ritmo, cuando lo decidas, sin precipitaciones ni estrés. La voz puede traicionarnos, pero también puede ser nuestra gran aliada a la hora de profundizar en el mundo de la comunicación humana y por supuesto en las emociones.
Cuando trabajo con mis pacientes, siempre intento adaptarme a sus peticiones, a sus necesidades, y a sus expectativas. Por ello, en cuanto a la transición se refiere, sugiero tres momentos para trabajar una voz:
- Antes de la transición: feminizar tu voz antes de la transición hará que ganes confianza a la hora de hacer el passing.
- Durante de la transición: feminizando tu voz durante tu transición conseguirás mantener tu voz masculina por lo que podrás alternar ambas voces y transicionar de manera tranquila y a tu ritmo.
- Después de la transición: feminiza tu voz aunque hayas transicionado hace varios años, no hay edad para ser libre.
Muda, edad y transición
Trabajo con mujeres de todas las edades: niñas menores de edad que se encuentran en plena muda vocal o que acaban de concluirla, adolescentes y chicas jóvenes de entre 20 y 30 años y, por supuesto, mujeres adultas y mayores. Habitualmente aconsejo esperar a que el crecimiento de la laringe haya finalizado, es decir, no trabajar durante la muda. Sin embargo, existe un trabajo de “forma” que se puede realizar antes de la muda vocal. Por lo tanto, puedes feminizar tu voz durante o justo después de la muda vocal.
Es cierto que una persona que haya tenido que vivir un rol masculino durante años tendrá una “costumbre vocal” más arraigada que aquella que transiciona a una edad temprana. Pero anatómicamente hablando, la feminización siempre es posible. Por lo que, no importa la edad que tengas, ni en qué momento de tu transición te encuentres, siempre lograrás una voz más femenina.
La feminidad no está sujeta a reglas o cánones, la feminidad es libre. Para mí, feminizar una voz no conlleva imponer una forma de hablar determinada, es más, muchas de mis pacientes descubren su propia feminidad a lo largo de nuestros entrenamientos vocales. Es por ello que durante el entrenamiento vocal de feminización de la voz cuido constantemente la libertad personal.